viernes, 18 de octubre de 2013

La memoria de un muerto

Sin solución de continuidad, porque el tiempo se nos escapa como el polvo de estrellas de entre las manos, he aquí otro cuentecito singular y muy de mi agrado. Su origen, como el anterior, se ubica en Pamplona, cuando estaba realizando mis estudios de Periodismo en la Universidad de Navarra. Por entonces, convivíamos un genial y nutrido grupo de amiguetes (Pedro Burzaco Ojeda, Javier Pérez Guerrero, Juan Álvarez de Movellán, Fernando Aguado García...) amantes de cualquier cosa salvo del estudio propiamente dicho. Y entre nuestras aficiones se encontraban los juegos bélicos de mesa, especialmente los de NAC (Nike and Cooper). Uno de ellos, La batalla de Las Ardenas, inspiró esta historia.
Éste era el juego en el que gastábamos innumerables horas de nuestras vidas.
La complejidad del juego nos obligaba a participar en equipos por parejas. Uno se encargaba de los enfrentamientos en la zona norte del tablero y el otro, de la zona sur. Pues bien, en una de esas ocasiones Pedro Burzaco y yo combatimos en el lado alemán. Concretamente, él se hizo cargo de las divisiones Panzer que aniquilaban a las pobres unidades norteamericanas que osaban ponérseles delante (semejante cúmulo de poder en sus manos le acababa devorando el alma), mientras que yo comandaba las paupérrimas divisiones sureñas, formadas por ancianos o casi niños, que acababan afincándose en la ciudad de Bastogne para resistir como buenamente podían el envite del grueso del ejército aliado (lo que me enseñó el valor de cada mínima unidad).
Y justo ahí comienza esta narración (la presenté en 1996 al concurso Decano Pedrol. IV Centenario, con más bien nulo éxito):



Tropas alemanas combatiendo en Las Ardenas; imagen tomada de www.airsofttotal.com



La memoria de un muerto

Paseaba una mañana por los alrededores de la ciudad de Bastogne aprovechando el buen tiempo reinante desde hacía ya tres días para admirar el paisaje. Pese al tiempo transcurrido, la tierra aún mostraba las terribles heridas abiertas por la Guerra, aunque tanto la hierba como los árboles habían actuado como perfectos cicatrizantes camuflando en parte las trincheras donde se guarecían los soldados y los boquetes producidos por los obuses y las granadas lanzadas durante el espantoso conflicto bélico.
Precisamente, me detuve al borde de una depresión especialmente llamativa por su tamaño y mientras tomaba asiento en el suelo me dediqué a observarla con atención: era enorme, tanto que, no sin cierto horror, comencé a imaginarme el efecto que produciría en un ser humano el estallido cercano de uno de aquellos terribles explosivos.
Por encima de mi cabeza el viento agitó las ramas altas de los árboles que circundaban el agujero y sus fugaces sombras oscilaron de un lado a otro permitiendo que, de vez en vez, el sol incidiera directamente sobre un objeto haciéndolo reverberar con suaves destellos intermitentes. Contemplar aquel fenómeno y despertarse mi curiosidad fue algo simultáneo y, enseguida, me levanté para ver qué producía aquel apagado reflejo. Al irme acercando supe rápidamente que debía de tratarse de algo medio enterrado, y no de una moneda como había supuesto —y deseado— al principio, ya que el pedazo que sobresalía en la superficie era liso y formaba una ligera curvatura convexa dando a entender que bajo tierra se encontraba la mayor parte del blanco de mi interés. Parecía ser de un metal muy pulimentado y se hallaba casi en el fondo del hoyo.
Recogí un palo que no se rompiera con facilidad y me dispuse a desenterrarlo sin prisas, saboreando el momento, tomándome todo el tiempo del mundo en mi empeño. El objeto resultó ser mayor de lo que yo me había hecho a la idea y empecé a impacientarme, porque la dureza del terreno dificultaba la tarea haciéndola pesada. Pero a medida que lo iba exhumando aquello cobraba una forma no del todo desconocida para mí. Instantes después el corazón se puso a latir con celeridad de la emoción, porque antes incluso de que lo descubriera del todo, ya había averiguado de qué se trataba. Mis manos estaban acariciando uno de los característicos cascos utilizados por el ejército alemán durante la Segunda Guerra Mundial.
Lo arranqué de su fosa con sumo cuidado, preparándome para cualquier sorpresa. Yo había oído la historia de un niño que escarbando en las arenas de la playa de Dunkerque se había encontrado con un yelmo como el mío, perteneciente a un soldado británico y bajo él estaba el cráneo fragmentado de su antiguo dueño.
Pozo de tirador en Las Ardenas. cogido
de www.tripadvisor.es
Desconocía si esa historia tenía visos o no de realidad, pero mis precauciones iban encaminadas a evitarme un susto similar al que se llevó el chaval francés, pero gracias a Dios mi muerto no se encontraba allí. Eso me llenó de alivio, aunque no pude evitar el sentirme algo decepcionado también.
Di la vuelta a la protección para limpiarle el polvo y algunos grumos de barro con un pañuelo cuando, de repente, algo blanquecino cayó desde su interior. Se trataba de un papel bastante sucio que al recogerlo del suelo resultó ser una carta. Con un parpadeo de perplejidad leí en el sobre que la misiva iba dirigida a Monique Legrand, que vivía en Bullange. En el remite sólo ponía un nombre: Werner.
Mi asombro fue creciendo. No entendía bien qué relación podría llegar a tener un combatiente germano con una mujer belga durante la Gran Contienda, pero luego le resté importancia al asunto, puesto que, bien pensado, en este mundo puede ocurrir de todo y más aún en los momentos de máxima locura humana, como había sido el que vivieron tanto remitente como remitida.
Actuando completamente ajenos a mi voluntad los dedos se movieron y la carta quedó abierta. Saqué el papel con un ligero temblor de manos y vacilé; mi imperdonable indiscreción y la consabida carga de culpabilidad que eso conlleva en la mayoría de los casos se vieron centuplicadas por una más que desagradable sensación de estar profanando un recinto sagrado, y ello me llevó a pensar en la absurda posibilidad de recibir un castigo vengador como el que afectó a los que violentaron el hipogeo de la reina Hatshepsut, tal y como relata Leopoldo Lugones en uno de sus cuentos.
Por si acaso, pedí sinceras disculpas en silencio antes de comenzar a leer el mensaje que el destino había confiado a mi persona, a modo de legado de un pasado no muy lejano.
Me costó trabajo y un buen despliegue de maña el despegar los brodes del papel sin tener que romperlos, ya que estaban humedecidos, supongo que por el sudor del propio soldado, y fuertemente adheridos en algunos puntos. El resto de la epístola, salvo por su natural acartonamiento y su aspecto envejecido y amarillento, estaba en bastante buen estado y la escritura se mostraba perfetamente legible. Había sido redactada en alemán, pero algunas palabras, como "mon âme", se añadían en francés, y a tenor de las letras, de trazos alargados en exceso, tuvo que ser escrita con prisas o con mucho movimiento. En la esquina superior derecha se databa la carta el 15 de diciembre de 1944. Comenzaba como sigue:
"Mi adorada Monique.
Ha amanecido el día con nieblas y nieve. Hace un frío espantoso, pero alma mía, no temas nada por mí porque el recuerdo de tu cariño es como una hoguera que llevara en mi interior, calentándome y manteniéndome vivo con la esperanza de volver a abrazarte y amarte como te mereces. Nos han movilizado por fin. No sé con certezxa hacia dónde nos dirigimos, pero he sentido un extraño alborozo cuando atravesamos la frontera para adentrarnos en Luxemburgo. Mi regimiento avanza por la zona cercana a Consthum; lejos de ti. Demasiado lejos.
"Es algo curioso observar los rostros de mis compañeros, o bien son de niño o bien de anciano. Los hay incluso que cojean o están tuertos, les ha dado igual. Parece como si todo el glorioso III Reich estuviera compuesto por los desechos de lo que queda en Alemania, ¿no te parece irónico? Hay muy pocos de mi edad y yo he tenido la suerte (la inmensa suerte) de viajar en un camión de avituallamiento, desde donde te escribo.
"Tienes que perdonarme por no haberte contestado antes a tu última carta, pero el reclutamiento fue tan repentino y las siguientes semanas tan intensas que no encontré ningún hueco para enviarte unas letras. ¿Verdad que lo entiendes, mi vida?
"Rezo por ti todos los días y sueño contigo a cada momento. Necesito verte pronto y, si Dios quiere, así será. Te quiere con locura
Werner".
El "Cobra King", el primer Sherman norteamericano en entrar en Bastogne el 27 de Diciembre de 1944. Foto extraída de www.zweiterweltkrieg.org
No bien acabé de leerla cuando miré al horizonte para buscar entre las nubes una respuesta o una explicación al hecho de que en plena época de guerra alguien pudiera expresar tanta ternura. La sencillez del muchacho me llegó a lo más profundo y sonreí con cierta amargura dulce.
Distraído, volvía a meter sin mirar el papel dentro del sobre, pero había algo que me lo impedía, y no era mi torpeza. Ensanché entonces la apertura y descubró con gozo otra carta casi fundida con una de las paredes de la envoltura. Confieso que la extraje ávidamente para repetir la misma operación que antes, con más mimo si cabe, porque ésta se hallaba peor tratada que la anterior. Según la letra y la firma pertenecía también a Werner, pero la fecha era del 26 de diciembre.
"Mi muy querida Monique.
Por Dios, mi amor, perdóname. Perdónanos a todos porque estamos destrozando tu hermoso país con nuestras bombas, borrachos de poder, hebrios de locura. Hace días que estamos luchando en Bélgica y ya he contemplado el suficiente horror como para hacer perder la cabeza a cualquiera. He visto a niños morir como peleles con el fusil en la mano, he visto a viejos y tullidos saltar en pedazos por los aires con los bombardeos aéreos y me pregunto qué fuerza es la que me salvaguarda de todo desastre. ¿Es quizá que tu pensamiento llega hasta mí para envolverme y crear a mi alrededor un escudo indestructible?
"Vida mía, tu Werner ha tenido miedo. Tu hombre ha derramado lágrimas mientras tenía que enterrar a los muertos en pleno campo cuando se decretaba una tregua. Pero, por favor, por lo que más quieras, no te avergüences de mí, como yo tampoco lo hago ni por mí ni por los hombretones que han estado llorando a mi lado. Tendrías que saber lo atroz que resulta ver a un muchacho, sin sombra de barba aún, disfrazado con un uniforme que le queda grande y con las tripas fuera del estómago mientras te pide desesperadamente agua.
"Pero ¿qué digo? No, no. Ruego a lo más sagrado para que te impida siquiera imaginarlo, a fin de que tu cordura prevalezca y no pierdas la razón. Yo temo por la mía. Hubo momentos en los que he gritado como un poseso, tan alto que se me podía oír por encima de los disparos y las detonaciones.
Imagen de Diana, Adrvina para los celtas belgas, que dio
nombre a las Ardenas. Cogida de elcalderodegaia.blogspot.com.es
"El enemigo (te juro que ahora mismo no comprendo el sentido de esa palabra) se ha guarecido en Bastogne y aguantan como si fueran demonios. Llevamos ya demasiado tiempo aquí sin lograr expulsarlos y tememos a los refuerzos que les puedan llegar...
"27 de diciembre. Ayer dejé de escribirte bruscamente, porque basta con mencionar al Diablo para que aparezca. Los refuerzos americanos llegaron de repente atacándonos por la retaguardia. Una división completa de tanques se lanzó contro lo que quedaba de mi compañía. Hubo confusión y pánico. Todo el mundo abandonó su puesto retirándose corriendo entre las explosiones y el fuego de las ametralladoras. Muy pocos, gracias a Dios, podrán experimentar la sensación de ver llegar a toda velocidad uno de esos carros acorazados hacia ti; se diría que busca conscientemente aplastarte y destrozarte los huesos.
"Vaya, estoy tan excitado que puede que no entiendas mi letra. Quiero que sepas de un hecho extraordinario que me sucedió durante el ataque. ¿Te acuerdas de cuando iba a pasar los veranos a la granja de tu padre en Bullange desde Losheim? ¿Recuerdas nuestros paseos por el campo a solas y con las manos unidas? Yo lo recuerdo como si hubiera ocurrido ayer mismo; a menudo me hablabas con orgullo de los antiguos habitantes de Bélgica y de sus curiosas creencias paganas sobre los espíritus que velaban por la naturaleza. Yo, como estudiante racionalista y crítico que era, me tomaba esas cosas a broma, como meras supersticiones o incluso como un juego, una manera de pasar las noches en familia contándose cuentos entretenidos.
"Pero, mi amor, esta vez pienso que vamos a tener que dar gracias durante toda nuestra vida a esas creencias que providencialmente recordé a tiempo: en nuestra huida de los tanques se juntaron conmigo dos compañeros y fuimos perseguidos por uno de los Sherman americanos (alguien me dijo más tarde cómo se llamaban esos monstruos de acero y fuego). Escuché un estallido atronador y fui proyectado hacia adelante. Cuando miré a mi espalda vi que los otros dos yacían sin vida a mi lado.
"Yos sólo tenía un rasguño en la pierna, pero el tanque seguía avanzando en mi dirección. Lo veía llegar con rapidez y no tenía ninguna posibilidad de esquivarlo herido como estaba. No sé cómo fue, a lo mejor me afectaron la cantidad de árboles que nos envolvían con las desnudas ramas blancas por la nieve, pero el caso es que mi cabeza, en un puro acto reflejo, empezó a pensar en esos dioses antiguos a los que dediqué un ruego en voz alta. Le pedí a Ardvina su favor, también recé a Fagus, el que tú me dijiste que guarda a las hayas, y ocurrió el milagro, porque no tiene otro calificativo.
"Dos árboles enormes, como columnas de un templo griego, se desplomaron en ese momento sobre el tanque, frenando en seco su marcha e impidiéndole maniobrar. Los que estaban dentro tampoco podían salir, porque uno de los troncos cubría la escotilla aprisionando a sus ocupantes. Tampoco podían disparar a ciegas sin saber si algo atoraba el cañón, así que no lo hicieron. Me quedé inmóvil, maravillado, hasta que una chiquilla, luminosamente preciosa y sonriente, surgió desde detrás del tanque y me hizo gestos apremiantes para que me fuera. Luego desapareció de mi vista. Se evaporó de golpe en el aire, así como te lo estoy contando en esta carta. Por supuesto, no lo dudé un instante y me marché lo más rápido posible.
"Algo más tarde, volví al lugar. El tanque había conseguido zafarse del obstáculo y ya no estaba allí, así que aproveché para enterrar a los otros dos que me habían acompañado y que no tuvieron tanta suerte como yo. Ahora continúo cerca de Bastoghne, he perdido el arma y me muevo esperando encontrarme con algún batallón desperdigado para unirme a él, porque la soledad en la guerra es terrible y porque también va a ser la única manera de que esta carta llegue a tus manos.
"Lo que te he contado es verdad. Tienes que creerme. No estoy loco y hay que agradecer al Creador por haber puesto en la Tierra a esos seres que ofrecen su ayuda a los que se lo piden.
"Mi vida, presiento con alegría que esto acabará muy pronto y que entonces podré ir a buscarte para casarnos enseguida. Me siento dichoso, con suerte, y te necesito tanto. Hay tantas cosas de qué hablar y tanto que compartir y que olvidar. Tú me ayudarás, estoy seguro. Monique, debes de tener paciencia y esperar unas semanas más, a lo sumo unos meses, para vernos de nuevo y ya para siempre. Te quiere.
Werner".
No supe cómo reaccionar ante lo que había leído (algunos tramos varias veces, para comprobar si lo había entendido bien), ante esa historia que el hombre llamado Werner relataba tan escuetamente. Quizá estaba esperando a reunirse con Monique para poder narrárselo con todo lujo de detalles, porque el acontecmiento bien merecía la pena. Busqué en el interior del sobre, pero no encontré nada más.
La verdad es que no hay mucho más que contar. Tan sólo que me encaminé hacia el pueblo de Bullange para ver si podía localizar a la tal Monique, si es que aún vivía, y entregarle las misivas, puesto que, en mi opinión, le pertenecían por derecho. Tras unas breves pesquisas la vi por fin: una mujer ya entrada en años que abitaba con una hija suya en la granja que yo supuse era la de su padre y donde Werner veraneara en otro tiempo.
Cuando le conté el motivo de mi visita la anciana palideció visiblemente y tuvo que tomar asiento. Al terminar de leer las dos cartas me miró con los ojos humedecidos y me dio las gracias. No hizo ningún comentario a la historia del soldado, pero, al menos, me explicó que Werner había muerto en el sitio de Bastogne. Su cuerpo fue hallado junto a una fosa que él mismo había abierto para enterrar a compañeros suyos. Y que ella, a pesar de los años transcurridos en su ausencia y de haberse casado posteriormente, nunca le había olvidado.

Camposanto improvisado en la Segunda Guerra Mundial de soldados alemanes anónimos. Cogido de www.lasegundaguerra.



Este tema de Los Elegantes, "Apunten y fuego", es bastante acorde con el texto del cuento anterior, la verdad.



Pero como también me muevo por ambientes, así que la canción de Gary Jules, "Mad world", igualmente es asaz afín. Me gusta, a pesar de no ser Mod-ernista.


La letra:

Mad world (Mundo loco)

All around me are familiar faces (Todo lo que me rodea son caras familiares)
Worn out places, Worn out faces (lugares desgastados, caras desgastadas)
Bright and early for the daily races (limpias y dispuestas para sus carreras diarias)
Going nowhere, Going nowhere (yendo a ninguna parte, yendo a ninguna parte)
Their tears are filling up their glasses (sus lágrimas están empañando sus gafas)
No expression, No expression (carentes de expresión, carentes de expresión)
Hide my head I want to drown my sorrows (con la cabeza escondida, quiero ahogar mis penas)
No tomorrow, No tomorrow (no hay mañana, no hay mañana)

And I find it kind of funny, I find it kind of sad (Y encuentro que en cierto modo es divertido, y por otra parte, triste)
These dreams in which i'm dying, Are the best I've ever had (Esos sueños en los que me estoy muriendo son los mejores que he tenido jamás)
I find it hard to tell you, I find it hard to take (Creo que es duro decírtelo, pienso que es duro aceptarlo)
When people run in circles its a very very (cuando la gente corre en círculos es un)
Mad World, Mad World (mundo muy loco, mundo desquiciado)
Children waiting for the day they feel good (Los niños esperan a ese día en que se sientan bien)
Happy Birthday, Happy Birthday (Cumpleaños feliz, cumpleaños feliz)
And they feel the way that every child should (y entonces se sienten como debería cualquier niño)
Sit and listen, Sit and listen (siéntate y escucha, siéntate y escucha)
Went to school and I was very nervous (Fui al colegio y me encontraba muy nervioso)
No one knew me, No one knew me (Nadie me conocía, nadie me conocía)
Hello teacher tell me whats my lesson (Hola, profesor, dime cuál es mi lección)
Look right through me, Look right through me (Mira justo a través de mí, mira justo a través de mí)
And I find it kind of funny, I find it kind of sad (Y encuentro que en cierto modo es divertido, y por otra parte, triste)
The dreams in which i'm dying, Are the best I've ever had  (Los sueños en los que me estoy muriendo son los mejores que he tenido jamás)
I find it hard to tell you, I find it hard to take (Creo que es duro decírtelo, pienso que es duro aceptarlo)
When people run in circles it's a very very (cuando la gente corre en círculos es un)
Mad World, Mad World  (mundo muy loco, mundo desquiciado)
Enlargen your world (amplía tu mundo)
Mad World (Mundo loco)
Y, por supuesto, un excelente tema del gran Edwin Starr, que, como no podía ser de otro modo se titula "War".


War (Guerra)

War, huh, yeah (La guerra, ¡ja!, sí)
What is it good for? (¿Para qué es buena?)
Absolutely nothing (Absolutamente para nada)
Uh-huh (¡Ja! ¡Ja!)
War, huh, yeah (La guerra, ¡ja!, sí)
What is it good for? (¿Para qué es buena?)
Absolutely nothing (Absolutamente para nada)
Say it again, y'all (Decidlo todos vosotros de nuevo)
War, huh, good God (La guerra, ¡ja!, buen Dios)
What is it good for? (¿Para qué es buena?)
Absolutely nothing (Absolutamente para nada)
Listen to me (Escúchame)
Ohhh, war, I despise (¡Oh! La guerra, la desprecio)
Because it means destruction (porque significa destrucción)
Of innocent lives (de vidas inocentes)
War means tears (La guerra significa lágrimas)
To thousands of mothers eyes (para miles de ojos de madres)
When their sons go to fight (cuando sus hijos van a luchar)
And lose their lives (y pierden sus vidas)
I said, war, huh (Yo digo, guerra, ¡ja!)
Good God, y'all (Buen Dios, todos vosotros)
What is it good for? (¿Para qué es buena?)
Absolutely nothing (Absolutamente para nada)
Say it again (Decidlo de nuevo)
War, whoa, Lord (Guerra, ¡bah!, Señor)
What is it good for? (¿Para qué es buena?)
Absolutely nothing (Absolutamente para nada)
Listen to me (Escúchame)
War, it ain't nothing (La guerra no es otra cosa)
But a heartbreaker (que una rompecorazones)
War, friend only to the undertaker (Guerra, amiga sólo de los enterradores)
Ooooh, war (¡Oh! Guerra)
It's an enemy to all mankind (Es una enemiga de toda la Humanidad)
The point of war blows my mind (la visión de la guerra funde mi mente)
War has caused unrest (La guerra ha provocado el descontento)
Within the younger generation (entre la generación de los más jóvenes)
Induction then destruction (Induce a la destrucción)
Who wants to die? (¿Quién quiere morir?)
Aaaaah, war-huh (¡Ah! Guerra, ¡ja!)
Good God y'all (Buen Dios, todos vosotros)
What is it good for? (¿Para qué es buena?)
Absolutely nothing  (Absolutamente para nada)
Say it, say it, say it (dilo, dilo, dilo)
War, huh (Guerra, ¡ja!)
What is it good for? (¿Para qué es buena?)
Absolutely nothing  (Absolutamente para nada)
Listen to me (Escúchame)
War, huh, yeah (Guerra, ¡ja!, sí)
What is it good for? (¿Para qué es buena?)
Absolutely nothing  (Absolutamente para nada)
Uh-huh (¡Ja! ¡Ja!)
War, huh, yeah (Guerra, ¡ja!, sí)
What is it good for? (¿Para qué es buena?)
Absolutely nothing  (Absolutamente para nada)
Say it again y'all (Decidlo de nuevo todos vosotros)
War, huh, good God (La guerra, ¡ja!, buen Dios)
What is it good for? (¿Para qué es buena?)
Absolutely nothing  (Absolutamente para nada)
Listen to me (Escúchame)
War, it ain't nothing but a heartbreaker (La guerra no es otra cosa que una rompecorazones)
War, it's got one friend (La guerra sólo tiene un amigo)
That's the undertaker (Y ése es el enterrador)
Ooooh, war, has shattered (¡Oh! La guerra ha destrozado)
Many a young mans dreams (los sueños de muchos jóvenes)
Made him disabled, bitter and mean (convirtiéndolos en incapacitados, amargados y miserables)
Life is much to short and precious (La vida es demasiado corta y preciosa)
To spend fighting wars these days (para gastar esos días luchando en la guerra)
War can't give life (La guerra no puede dar vida)
It can only take it away (únicamente puede arrebatarla)
Ooooh, war, huh (¡Oh! Guerra, ¡ja!)
Good God y'all (Buen Dios, todos vosotros)
What is it good for? (¿Para qué es buena?)
Absolutely nothing  (Absolutamente para nada)
Say it again (Dilo otra vez)
War, whoa, Lord (Guerra, ¡bah!, Señor)
What is it good for? (¿Para qué es buena?)
Absolutely nothing  (Absolutamente para nada)
Listen to me (Escúchame)
War, it ain't nothing but a heartbreaker  (La guerra no es otra cosa que una rompecorazones)
War, friend only to the undertaker (Guerra, amiga sólo del enterrador)
Peace, love and understanding (Paz, amor y entendimiento)
Tell me, is there no place for them today? (Dime si no tienen sitio en el día de hoy)
They say we must fight to keep our freedom (Ellos dicen que tenemos que luchar para preservar nuestra libertad)
But Lord knows there's got to be a better way (Pero el Señor sabe que tiene que haber un camino mejor)
Ooooooh, war, huh (¡Oh! Guerra, ¡ja!)
Good God y'all (Buen Dios, todos vosotros)
What is it good for? (¿Para qué es buena?)
You tell me (Dímelo)
Say it, say it, say it, say it (Dilo, dilo, dilo, dilo)
War, huh (Guerra, ¡ja!)
Good God y'all (Buen Dios, todos vosotros)
What is it good for? (¿Para qué es buena?)
Stand up and shout it (Levanta y grítalo)
Nothing (Nada)

Otro "War", esta vez de Bob Marley:




La letra:
War (Guerra)

Until the philosophy which hold one race superior (Hasta que la filosofía que apoya una raza superior)
And another (Y otra)
Inferior (inferior)
Is finally (sea finalmente)
And permanently (y permanentemente)
Discredited (desacreditada)
And abandoned (y abandonada)
Everywhere is war (habrá guerra en cualquier parte)
Me say war. (yo decir guerra)

That until there no longer (Eso será así hasta que nunca más haya)
First class and second class citizens of any nation (ciudadanos de primera y de segunda clase en cualquier nación)
Until the colour of a man's skin (Hasta que el color de la piel de un hombre)
Is of no more significance than the colour of his eyes (tenga la misma importancia que el color de sus ojos)
Me say war. (yo decir guerra)

That until the basic human rights  (Eso será así hasta que los más básicos derechos humanos)
Are equally guaranteed to all, (se garanticen por igual para todos)
Without regard to race (sin diferenciación de raza)
Dis a war. (humilla una guerra)

That until that day (Eso será así hasta ese día)
The dream of lasting peace, (en que el sueño de una paz duradera)
World citizenship (de una ciudadanía universal)
Rule of international morality (la regla de la moralidad internacional)
Will remain in but a fleeting illusion to be pursued, (perdudará, pese a ser una ilusión evanescente para ser perseguido)
But never attained (pero nunca alcanzado)
Now everywhere is war - war. (Ahora hay guerra en todas partes - guerra)

And until the ignoble and unhappy regimes (Y hasta que los regímenes innobles e infelices)
that hold our brothers in Angola, (que atenazan a nuestros hermanos en Angola)
In Mozambique, (en Mozambique)
South Africa (Sudáfrica)
Sub-human bondage (sub-humana esclavitud)
Have been toppled, (hayan sido derrocados)
Utterly destroyed - (destruidos por completo)
Well, everywhere is war - (Bueno, pues en cualquier parte habrá guerra)
Me say war. (Yo decir guerra)

War in the east, (Guerra en el Este)
War in the west, (Guerra en el Oeste)
War up north, (Guerra arriba en el Norte)
War down south - (Guerra abajo en el Sur)
War - war - (Guerra - guerra)
Rumours of war. (Rumores de guerra)
And until that day, (Y hasta ese día)
The African continent (el continente africano)
Will not know peace, (no conocerá la paz)
We Africans will fight - we find it necessary - (Nosotros, los africanos, vamos a pelear -lo consideramos necesario)
And we know we shall win (Y sabemos que podemos ganar)
As we are confident (y confiamos plenamente)
In the victory (en la victoria)

Of good over evil - (en el bien por encima del mal)
Good over evil, yeah! (el bien por encima del mal, ¡sí!)
Good over evil - (el bien por encima del mal)
Good over evil, yeah!  (el bien por encima del mal, ¡sí!)
Good over evil - (el bien por encima del mal)
Good over evil, yeah!  (el bien por encima del mal, ¡sí!)

Esto es un añadido, pero es que hablar de guerra y no poner este tema, roza el pecado capital: Los insuperables The Skatalites y su abundante "Guns of Navarone".


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