lunes, 4 de septiembre de 2017

Maldición divina para la naturaleza humana




La cara oculta de la Luna, desvelada por la NASA


Nada peor que la idea de un Dios absurdamente eterno. Brutalmente inestable. Uno entre una infinitud. Uno por cada realidad. Uno diferente por cada diamantina dimensión. Y cada dimensión partida en inmensidades cristalinas de haces de luz fraccionada.

En cada rincón del tiempo, un Dios, y un Dios hasta en cada décima de ausencia temporal.
Una ruleta de suerte en la que tiene cabida cualquier nimia posibilidad: Un apabullante Dios mayúsculo, un ridículo dios minúsculo; la rabia que quiebra el Universo; la paz que aquieta el polvo sideral del Multiverso; una Sabiduría que rompe fronteras o una simplicidad contumaz que derrite los hilos de lo imposible.

Tantos dioses como hombres y tantos millones de hombres y mujeres que caminan hacia una Idea imperfectamente perfecta hasta fusionarse con una Nada de felicidad incontenida.

La inconcebible presencia omnipresente de un Niño que balbucea con poder irresistible hasta crear la Vida. ¿No te aterra que pueda destrozar en cualquier momento el tablero en el que juega para lanzarse  a generar piezas con las que iniciar otra partida inestable?

Hay un camino que lleva hacia una morada sensación de ingravidez. Allí, al final, en lo más hondo del calmado torbellino, gime el que porta un millón de arrugas en la frente seca de sudores y limpia de preocupaciones. La decrépita sensación de que el ocaso del camino está al alcance de la mano y nunca llega huyendo veloz justo con el roce de los dedos. Inútil esfuerzo que duele y te hace sentir vivo, pero que carece de sentido.

Nada peor que pensar en la infinita y eterna casualidad que lo ata todo en cabos de rizos multicolores. Somos nosotros los creadores. Somos nosotros los soñadores de un Todo limitado, aunque inmenso, irracional, incomprensible, inabarcable...

Éste es el Dios por el que se han derramado ríos de sangre y se han vertido torrentes de tinta y lava. Por el que un hombre alza la espada con la mirada en blanco, sin pensamiento propio, con un relleno de odio en su vacío seno, para segar vidas como paja que se ofrece luego al fuego.

Eclipse solar total cogido de National Geographic en Español


El Dios que descompone sin piedad la individualidad de cada uno de los millones de seres que dice haber creado para transformarla en una informe unidad sin rostro ni peculiaridad, así pasen los siglos de los siglos hasta el final de los días que ahora son y que serán con un tiempo limitado.

¿Cuando le hablas te besa para reconfortarte?

¿Acaso te abraza como el Padre que dice ser para aliviar los tormentos de la ignorante temporalidad?

¿No te pide, más bien, un sacrificio de dolor, llanto y tormento para que abandones tu más intimista persona y seas uno más en la masa informe de luz divina que consumirá la eternidad en una fugaz sonrisa?

Nada peor que un Dios que habla por voz ajena, a través de bocas sin identidad particular, que condenan o perdonan a medida que te despojas de tu singularidad (ésa con la que naciste y con la que te arrojaron con saña a la vida como si fuera la única moneda para generar la riqueza de tu existencia) o te cubres del manto de la identidad propia, para exigirte que dejes de ser tú por un ideal impío y carente de misericordia, en el que el asesinato tiene justificación y hasta premio.

Porque esos dioses acaban por quemar el alma y dan sentido al odio general por miedo o desconocimiento.

Son dioses que reclaman el sacrificio en miles de litros de sangre visceral, como antaño lo hizo Crom Cruach, Woden, Moloch, Chaak o Xiutecuchtil, a los que ahora se recuerda con asco desde una cómoda posición de falsa cultura civilizada, mientras se reclama la inmolación en nombre de la causa de la divinidad indolente.

¿Es que nunca te ha hablado directamente con palabras de miel para tocar tu corazón e inflamarlo de pasiones sin límites?

Nada más absurdo que despojarse de la unidad natural para ser el todo humano, cuando quien pierde o gana es el uno y no la suma de los todos.

¿Es el mismo error en todas las dimensiones de lo que hay y es o tendremos la dicha de poder huir de la nuestra para encontrar un cierto sentido a la tristeza que inunda el Universo?

Nebulosa del Reloj de Arena, cuya estrella central se está muriendo


Por encima del profundo terror cósmico que siento por el Más Allá, apenas tengo fuelle para el más acá y me cuesta cada vez más pensar en temas acordes con las palabras escritas. Para la ocasión me he topado con dos canciones del trío británico The Jam ambas pertenecientes al álbum glorioso All Mod Cons, que tienen mucha relación con el sentimiento que me ha impulsado a escribir esas líneas nefastas.



A Bomb in Warder Street


Where the streets are paved with blood
With cataclysmic overtones
Fear and hate linger in the air
A strictly no-go deadly zone
I don't know what I'm doing here
'Cause it's not my scene at all
There's an 'A' bomb in Wardour Street
They've called in the Army, they've called in the police to
I'm stranded on the vortex floor
My head's been kicked in and blood's started to pour
Through the haze I can see my girl
Fifteen geezers got her pinned to the door
I try to reach her but fall back to the floor
'A' bomb in Wardour Street
It's blown up the west end, now it's spreading throughout the city
'A' bomb in Wardour Street, it's blown up the city
Now it's spreading through the country
Law and order take a turn for the worst
In the shape of a size ten boot
Rape and murder throughout the land
And they tell you that you're still a free man
If this is freedom I don't understand
'Cause it seems like madness to me
'A' bomb in Wardour Street, hate Bomb
Hate Bomb, hate Bomb, hate Bomb
A Phillistine nation, of degradation
And hate and war. There must be more
It's Doctor Martin's A-P-O-C-A-L-Y-P-S-E
Apocalypse.



The Place I love


The place I love is a million miles away,
Its too far for the eye to see
Still its me at least, and you can't come there
No one is allowed at all
Only animals that love, will always, only, ever could be
And its always at the back of my mind.
The place I love is overgrown now
With beautiful moss and colorful flowers
And goldfish that swim in a pool, there's a small brick wall
With neon lighting controlled by lightning
I'm making a stand against the world
there's those who would hurt us if they heard.
The place I love is no where near here,
Not within a mile of those trendy dos,
Where dogs bodies pick you up, and graciously give you a lift,
With cherished thoughts and bitterness.
I'm making a stand against the world,
there's those who would hurt us if they heard
And that's always in the back of my mind.