martes, 21 de noviembre de 2017

Cosmogonía tangencial o cosmoagonía de la mente

Supercelda de tormenta en Singapur, de Pinterest y obra de King Fung Wong

No hay nada peor que comenzar el día pensando ya en regresar de nuevo a la cama. Considerar que al caer el sol es 'un día menos' resulta, en mi opinión, mucho más terrible que su contrario 'un día más'.

Los hombres de paja acaban siendo arrasados por el viento y arrastrados por las oleadas del olvido hacia la nada de la complacencia, mientras sonríen con indiferencia frente al rostro común de los que nunca hablan, miran poco y silencian sus tristes sonrisas.

Pesados pasos de los que se sienten como colillas usadas en la boca de Dios para sudar la nicotina divina a través de poros condensados con la ignorancia del implorante de ojos blancos y sin pasión.

Fluyes en líquidas lágrimas por embarradas sendas según late el impulso de lo ajeno.

Siempre la voluntad del Otro
sobrevuela las pasiones muertas
del vacío entre falsas ideas
para coser certeras vidas
de temprana y visceral prudencia.

Y dime por qué el alma de piedra
insiste en batir al ritmo 
de las gaviotas lejanas
en el silencio de la soberana Muerte
de saciada mirada marina.

Culpamos con una preocupante certeza en el amanecer de la conciencia a la afirmación de la vanal prudencia para caminar de puntillas con cuidado hacia el tardío despertar de la sonrisa forzada por la conveniente verdad de que la noche envuelve al día allí donde jamás nunca hubo nada.

Así cantan los que no tienen memoria.

Así yacen los de mirada corta.

Así se quiebran los de alma dormida.

Así sueñan que viven en el eterno sueño vivo de una vida en sombras los que losan párpados de granito sobre veladas pupilas ciegas.

Y son ellos los que violentan libertades con la brutal serenidad del que sabe que el final es impune.

Grita y llora lo que quieras.

El camino está perdido y roto.

Pero tiende, si quieres, la mano, a ver qué pasa.

Sólo tú sentirás la vergüenza y el miedo
de un libre albedrío discontinuo y torpe
carente de nombre y rostro
en la niebla del pasado que nace en el presente.

Luego volverás la mirada al polvo de lo oculto
en una mente sin recodos ni sombras;
más nítida que el diamantino corazón del Mundo
y creerás que su giro te pertenece y mece
la verdad nacida de un suspiro vespertino.

De ésos que anuncian la derrota del día,
antes de que el helio quiebre los férreos cielos
y las nieblas flotantes del grave cieno pueril.

Son arenas rojas que hieren con minúsculas heridas
las venas abiertas por la afilada luz
de la mortecina conciencia
y la sed eterna que despierta en mí 
la penitencia de tu enfermiza presencia soñada.

Duermes imaginando que no hay más amaneceres ni días que vivir. En el túnel estrecho que marchita las edades vanas un millar de miradas ciegas persiguen huidizas ilusiones sin dueños. Y cuando sabes que llega el final de las cosas que son y no son, respiras con alivio para dejarte caer flojo y vacío como una piel sin huesos en el instante de la Nada para pecar por fin sin sombra de duda ni arrepentimiento.

No hay nada peor que ser atacado por flashes del pasado en una especie de cosmogonía tangencial brillando en la punta del dedo o de cosmoagonía simétrica en vísceras de metal. Un ciervo mortecino y cansado reposando sobre un sofá en el salón de un gran amigo. El Sacrifico de Tarkovski con Solaris iluminando sin prisas un salón de cine de juguete. Jonesy sangrando por la nariz en un gesto de increíble brutalidad por quien más le quería.

Napoleón y Wellington dándose la mano firmando tablas en Waterloo. Un cielo rayado de estelas siderales que se estrellan silenciosas en los montes del horizonte. Encías secas como escenario de colonias alcoholizadas de coñac para fines metafísicos. Dragones infantiles en manos de Eru Ilúvatar nacidos de una canción ilusionada. Y Odongüe de vuelta a una Tierra vacía de héroes mientras se narran cuentos con hombres obligados a arrastrar su esencia como castigo sólo por el mero hecho de ser.

Cerveza y café en Faustino tras dejarse besar por los primeros copos del invierno navarro. Una mirada absorbente al perfil del dorado Oroel y la niebla de Tara quebrada por los finos brazos de un sol antiguo para silenciar a la Piedra del Rey. Idas y venidas bajo un cielo plomizo de lluvia incesante. Un persistente olor a guerra, miedo y violencia en el aire. El verde del monte con el azul del mar en una playa asturiana cargada de memorias ajenas. Y ese primerísimo primer beso en un hermoso cementerio de la cuna de un ensalzado corsario inglés.

Pero el recuerdo más preciado de todos, el que más me llega, es el humo denso de un cigarro de tabaco negro formando lentas espirales blancas y grises sobre un tablado de muerte y magia, con canciones de sangrías al alba y coloridos circos en las calles grabados a fuego en la cinta, mientras el violín de Pedro arañaba el aire de la lejana Alba o la transparente Éire más allá del frío mar de olas negras.

Momentos de fragilidad imposible. Momentos intangibles, que se pierden incluso de su celda mental, huyendo raudos hacia la ceniza del olvido. Son como rachas de viento inabarcables; sin tacto, sin peso, sin posibilidad de abrazo.


ภาพฟรี: ดาวหาง, ดาวเคราะห์น้อย, พื้นที่ - ภาพฟรี. Ahí queda eso.


Os voy a decir algo muy serio desde la risa latente. Madness fue un grupo británico que todavía sigue dando tumbos por los escenarios del mundo y al que en su día no se le dio la importancia que tenía por su aire gamberro, imprudente y hasta infantil. Pero la culpa de que hayan sido un tanto postergados por la historia es su manera de decir las cosas: "Letras tristes acompañadas de ritmos alegres que velan sus claras intenciones de denunciar una sociedad fría, inculta, alcoholizada, desamparada e inhumana". Decir burradas de forma amable a la postre hace que te releguen al olvido. Pero son profundos, tanto que yo los hubiera llamado los 'Black Bottom'.
Oigan, oigan (y lean, lean).



                                                                "Grey Day" (Día gris)

When I get home it's late at night, (Cuando llego a casa, es de noche,)
I'm black and bloody from my life, (Estoy negro y sangriento de mi vida, )
I haven't time to clean my hands, (No tengo tiempo para lavarme las manos,)
Cuts will only sting me through my dreams. (Los cortes solamente me hieren en mis sueños.)

It's well past midnight as I lie (Es bastante más de las doce, mientras estoy tumbado)
In a semi-conscious state. (En un estado semiconsciente)
I dream of people fighting me (Sueño que hay gente peleando conmigo)
Without any reason I can see. (Sin razón alguna, puedo verlo.)

In the morning I awake, (Me levanto por la mañana,)
My arms my legs my body aches, (Mis brazos, mis piernas y mi cuerpo me duelen)
The sky outside is wet and grey (El cielo está mojado y gris)
So begins another weary day. (Así empieza otro día pesado)
So begins another weary day. (Así empieza otro día pesado)

After eating I go out, (Después de comer, salgo,)
People passing by me shout. (La gente con la que me cruzo me grita,)
I can't stand this agony (No puedo con esta tortura,)
Why don't they talk to me? (¿porqué no me hablan?)

In the park I have to rest (Tengo que descansar en el parque,)
I lie down and I do my best, (Me tumbo y hago lo mejor que puedo,)
The rain is falling on my face (La lluvia cae sobre mi cara)
I wish I could sink without a trace. (Ojalá pudiera hundirme sin dejar ningún rastro.)

In the morning I awake, (Me levanto por la mañana,)
My arms my legs my body aches, (Mis brazos, mis piernas y mi cuerpo me duelen)
The sky outside is wet and grey, (El cielo está mojado y gris)
So begins another weary day. (Así empieza otro día pesado)
So begins another weary day. (Así empieza otro día pesado)

In the park I have to rest (Tengo que descansar en el parque,)
I lie down and I do my best, (Me tumbo y hago lo mejor que puedo,)
The rain is falling on my face (La lluvia cae sobre mi cara)
I wish I could sink without a trace. (Ojalá pudiera hundirme sin dejar ningún rastro.)

In the morning I awake, (Me levanto por la mañana,)
My arms my legs my body aches, (Mis brazos, mis piernas y mi cuerpo me duelen)
The sky outside is wet and grey, (El cielo está mojado y gris)
So begins another weary day. (Así empieza otro día pesado)
So begins another weary day. (Así empieza otro día pesado)

domingo, 5 de noviembre de 2017

Dúo de voces

Hermoso ejemplar arbóreo del bosque mágico de Broceliande, en la céltica Bretaña, extraído de la web Lo que me gusta, aunque la foto es de Philippe Manguin


Una de las experiencias más gratificantes que he tenido ha sido, sin duda alguna, desafiar a mi hija Paula a un incruento duelo de versos.
Es un ejercicio que recomiendo vivamente a cualquier progenitor. Es muy sencillo, despierta la imaginación de la familia y sirve para unir las mentes y las almas, aún a sabiendas de que la esencia de cada persona es única, fresca, viva y muy, muy personal.
El método es muy sencillo. Uno de los dos comienza con una frase poética, una idea, un soplo mental, un verso; y el otro lo continúa a su manera, con lo que realmente le salga del interior. Algo similar al Kan ha Diskan de la Bretaña francesa.
Así lo hicimos Paula y yo.
Parte a parte.
Idea a idea.
Hasta conformar un canto, no bueno, pero sí interesante.
¿Os he dicho ya que ella quiere ser poeta?


Verde el canto de tu mirada.
Verde el eco de tu voz.

Vas silbando con el alma,
hecho con amor y paz,
hacia el eco de tu esencia bendita,
y el pelo suelto.

Me dijiste adiós en silencio,
y me fui con las alas desplegándose
hacia la eterna presencia del tiempo.

Del cielo bajó con prisa
el rocío brillante
a besar con aires de brisa
en las hojas verdes.

Y bailaste a la luz de la Luna,
con el corazón abierto
dispuesta a comerte el mundo.

Y el aire te levanta al vuelo,
agrandado tu sonrisa
te ve el viento bailar.


Adivinad de quién es qué. Si hay narices.


Me gusta pensar que ella llegará lejos, y que nada frenará su marcha. Me gusta pensar que su felicidad hará el mundo más bello. Que sus canciones sean capaces de aportar color a las vidas de otros que las lean.
Entre tanto, soy yo quien le ofrece canciones que levantan pasiones sin medida ni límite.
En este caso, he optado por Beleño y su 'Pal Ximielgue La Xana'. Pura delicia.