viernes, 26 de diciembre de 2014

Trinidad, Trinidad, sin ira Trinidad

Mi particular visión en blanco y negro (el mejor contraste) de la Trinidad.
Se crea o no en el Gran Mod-ernista, lo incuestionable es que resulta, como mínimo, una idea atractiva sobre la que pensar; sobre la que dar vueltas y vueltas hasta marearse y perderse en el insondable abismo de la Ignorancia colindante con la Rabia de saberse un auténtico lego en Cosmogonía, Metafísica y Circunscripción Teorética.

En fin, que no a todo el mundo le llega la revelación de lo oculto de la misma manera o ni siquiera le llega. Y cuando eso ocurre, el sabor más común en la boca a diario es el del frío cobre en el fondo del paladar, como si se lamiera un caramelo metalizado a modo de castigo por carecer de dios, fe, creencia, doctrina o dogma divino con el que poder guiar los pasos en el caótico magma de la Vida.

Los hay quienes lo buscan con ansia y sin saberlo a lo largo de todas sus vidas y terminan por no reconocerlo o rechazarlo justo antes de llegar al límite polvoriento para cambiar de dimensión, allí donde el velo de araña esconde latentes terrores sobre una existencia eterna en el Infinito perpétuo del No-Tiempo. Otros, sin embargo, nacen con una predisposición natural para reconocerse como parte insondable e incuestionable de su Creador, y poseen un febril brillo de certeza en sus ojos que actúa a modo de sello teológico para llevarlos directos al martirio, en el peor de los casos, o a la inconsciente santidad, si se tercia. Los más acaban vagando, dejándose llevar por el oleaje de un Océano gris y opaco que brama espumosas canciones de sal acerca de un Laberinto preñado de vacuas ideas sin efugio para morir en el seno tibio de la Duda. Pero, en ese caso, ¿por qué nadie se cuestiona la mera existencia de ese inquietante Mar en lugar de negarlo todo de manera sistemática?
Como siempre, ésta es una mera copia.

El original obra en manos de Juan Pablo Molano, un filósofo bilbaíno reconvertido en comunicador, puesto que tuve la suerte de cursar con él el primer Máster de Periodismo de El Correo Español-El Pueblo Vasco en 1990. Mantuvimos ambos abundantes charlas sobre esta materia ante una buen cerveza, pero desde entonces no he vuelto a saber nada de él. A Juan Pablo le ocurrió el encuentro con el macarra que se narra en el cuento de la serie "Deliciosamente humano" titulado "El nuevo Quijote" (y del que aquí incluyo el enlace por si os pica la curiosidad: http://jmjcollantes.blogspot.com.es/2012/05/deliciosamente-humano.html).


Lo suyo hubiera sido haber escogido un tema de Godspell (Palabra de Dios), pero, ¡qué diantre!, si hay algo que personalmente me aproxima a lo divino es el Soul; y, al fin y al cabo, el segundo jamás hubiera surgido sin lo primero, con lo que no deja de ser un bendito hijo bastardo de los espirituales. Este señor, este ministro del Más Allá Musical, es Jackie Wilson y su canción se titula "Higher and higher".



Higher and higher (Cada vez más alto)

Your love, lifting me higher (Tu amor, me eleva cada vez más alto)
Than I've ever been lifted before (tanto como nunca antes me había elevado)
So keep it it up (Así que mantenlo de esa manera)
Quench my desire (sofoca mi deseo)
And I'll be at your side, forever more (y me quedaré a tu lado para siempre jamás)
You know your love (your love keeps lifting me) (Tú sabes que tu amor, tu amor me eleva)
Keep on lifting (love keeps lifting me) (Elevándome, el amor me mantiene elevado)
Higher (lifting me) (Cada vez más alto, elevándome)
Higher and higher (higher) (cada vez más alto, y más alto)
I said your love (your love keeps lifting me) (He dicho que tu amor, tu amor me mantiene elevado)
Keep on (love keeps lifting me) (Continúa, el amor me mantiene elevado)
Lifting me (lifting me) (Elevándome, elevándome)
Higher and higher (higher) (Cada vez más alto, más alto)
Now once I was down hearted (Una vez que tenía el corazón triste)
Disappointment was my closest friend (la desilusión era mi mejor amiga)
But then you came and it soon departed (pero entonces llegaste tú y enseguida se disipó)
And you know he never (Y sabes que ella nunca)
Showed his face again (mostró su cara nunca más)
That's why (Ésa es la razón por la que)
You know your love (your love keeps lifting me) (Tú sabes que tu amor, tu amor me eleva)
Keep on lifting (love keeps lifting me) (Elevándome, el amor me mantiene elevado)
Higher (lifting me) (Cada vez más alto, elevándome)
Higher and higher (higher) (cada vez más alto, y más alto)
I said your love (your love keeps lifting me) (He dicho que tu amor, tu amor me mantiene elevado)
Keep on (love keeps lifting me) (Continúa, el amor me mantiene elevado)
Lifting me (lifting me) (Elevándome, elevándome)
Higher and higher (higher) (cada vez más alto, y más alto)
I'm so glad, I've finally found you (Estoy tan contento de que por fin te haya encontrado)
Yes, that one, in a million girl (Sí, eres única, una entre un millón)
And now with my loving arms around you (Y ahora, con mis amantes brazos a tu alrededor)
Honey, I can stand up and face the world (Dulzura, puedo levantarme y afrontar al mundo)
You know your love (your love keeps lifting me) (Tú sabes que tu amor, tu amor me eleva
Keep on lifting (love keeps lifting me) (Elevándome, el amor me mantiene elevado)
Higher (lifting me) (Cada vez más alto, elevándome)
Higher and higher (higher) (cada vez más alto, y más alto)
I said your love (your love keeps lifting me) (He dicho que tu amor, tu amor me mantiene elevado)
Keep on (love keeps lifting me) (Continúa, el amor me mantiene elevado)
Lifting me (lifting me) (Elevándome, elevándome)
Higher and higher (higher) (cada vez más alto, y más alto)
Now sock it me. (ahora, sacúdelo para mí).



Vale, está bien, un godspell como el Gran Modernista manda. Héteme aquí a Son House y su muy particular versión del "John The Revelator". Muy bueno. Tiene un extraño toque al son que se escuchaba mientras algunos pobres hombres se dejaban el alma trabajando en el ferrocarril, como si este estilo se cobrara una deuda con el Soul.





John the Revelator (Juan el Evangelista)


Tell me who's that writin', John the Revelator (Dime quién es el que escribe, Juan el Evangelista)
Tell me who's that writin', John the Revelator (Dime quién es el que escribe, Juan el Evangelista)
Tell me who's that writin', John the Revelator (Dime quién es el que escribe, Juan el Evangelista)
Wrote the book of the seven seals (Escribió el Libro de los Siete Sellos*)
Who's that writin', John the Revelator (Quién es el que escribe, Juan el Evangelista)
Tell me who's that writin', John the Revelator (Dime quién es el que escribe, Juan el Evangelista)
Well who's that writin', John the Revelator (Bien, dime quién es el que escribe, Juan el Evangelista)
Wrote the book of the seven seals (Escribió el Libro de los Siete Sellos)
You know God walked down in the cool of the day (Ya sabes que Dios caminó en la tranquilidad del día)
And called Adam by his name (y llamó a Adán por su nombre)
And he refused to answer (y él se negó a responder)
'Cause he was naked and ashamed (Porque estaba desnudo y avergonzado)
Who's that writin', John the Revelator (Quién es el que escribe, Juan el Evangelista)
Who's that writin', John the Revelator (Quién es el que escribe, Juan el Evangelista)
Who's that writin', John the Revelator (Quién es el que escribe, Juan el Evangelista)
Wrote the book of the seven seals (Escribió el Libro de los Siete Sellos)
You know Christ had 12 apostles (Ya sabes que Cristo tuvo 12 apóstoles)
And three he laid away (y a tres los llevó en un aparte)
He said, "Watch with me one hour (Él dijo: "Velad conmigo una hora)
Till I go yonder and pray" (hasta que vaya allí y rece")
Tell me who's that writin', John the Revelator (Dime quién es el que escribe, Juan el Evangelista)
Tell me who's that writin', John the Revelator (Dime quién es el que escribe, Juan el Evangelista)
Who's that writin', John the Revelator (Quién es el que escribe, Juan el Evangelista)
Wrote the book of the seven seals (Escribió el Libro de los Siete Sellos)
Who's that writin', John the Revelator (Quién es el que escribe, Juan el Evangelista)
Tell me who's that writin', John the Revelator (Dime quién es el que escribe, Juan el Evangelista)
Who's that writin', John the Revelator (Quién es el que escribe, Juan el Evangelista)
Wrote the book of the seven seals (Escribió el Libro de los Siete Sellos)
Christ came on Easter morning (Cristo vino en la mañana de Pascua)
Mary and Martha they went down to see (María y Marta acudieron a verle)
Go tell My disciples (Id y decidles a mis discípulos)
To meet Me in Galilee (que me encuentren en Galilea)
Tell me who's that writin', John the Revelator (Dime quién es el que escribe, Juan el Evangelista)
Tell me who's that writin', John the Revelator (Dime quién es el que escribe, Juan el Evangelista)
Tell me who's that writin', John the Revelator (Dime quién es el que escribe, Juan el Evangelista)
Wrote the book of the seven seals (Escribió el Libro de los Siete Sellos)
Who's that writin', John the Revelator (Quién es el que escribe, Juan el Evangelista)
Who's that writin', John the Revelator (Quién es el que escribe, Juan el Evangelista)
Tell me who's that writin', John the Revelator (Dime quién es el que escribe, Juan el Evangelista)
Wrote the book of the seven seals. (Escribió el Libro de los Siete Sellos).

*El Libro de los Siete Sellos es el Apocalipsis.

sábado, 20 de diciembre de 2014

Dibujos íntimos directamente del pasado

"Union-Op-Jack-Art-Flag". Ahí queda eso...
Hubo una época, allá lejos, en el Pasado más neblinoso de mi recuerdo, en la que estaba por completo embrujado por la bandera británica; sus colores; su combinación; e, incluso, lo que representaba. Sí. Gran Bretaña era mi aspiración; Londres, mi ciudad y cualquier cosa que llegara procedente de allí era, por definición, fresca, buena, interesante...
Aprovechaba la menor ocasión para dibujarla, pintarla, llevarla cosida o prendida en mi parka (incluso en el interior de la capucha) o en cualquier pin con mis grupos favoritos. Me daba igual que los ultras de derecha cacereños no entendieran ese patriotismo ajeno. Por aquel entonces, en aquella coqueta ciudad provinciana nadie tenía derecho a intentar sobresalir del gris plano y directo que llenaba sus calles a base de brochazos coloridos bien fuera en calcetines (rojos, amarillos, blancos...), música o actitud. Pero al cabo de unos meses, esa anciana ciudad que tan buenos momentos de juventud me dio acabó acostumbrándose a reconocer "lo británico" en su seno (a base de pintadas con la banderita o con el símbolo de la RAF); lo asumió y cesó en su inútil y ridículo escándalo. Aceptó a ese pequeño puñado de hijos suyos no tan descarriados que la acabó sacando de su adormecido ensimismamiento, llevándola de la mano con suavidad hacia una nueva era, en la que ahora parece haberse afincado.
Por eso, este dibujo, que se llama "Union-Op-Jack-Art-Flag", se lo dedico con cariño cierto y sincero a Cáceres. La que me vio nacer, dar los primeros pasos, titubear y aferrarme a la vida. Y modeló, también, un carácter del que no he sabido desprenderme aún, como si fuera una costra enfermiza, pero que, muy en el fondo (allí lejos, detrás de la arteria Aorta), no deja de gustarme.
El dibujo está elaborado con rotulador y bolígrafo negro y creo que estaría en Segundo o Tercero de Periodismo en la Universidad de Navarra cuando vio la luz. Evidentemente, este escaneo es de una copia en la que, como se puede ver, no se ocultan los múltiples y variados defectos de la obra, porque el original está en manos de Begoña Olabarrieta, a la que se lo regalé en su día cuando ambos éramos fieros redactores del diario madrileño Ya.
Es curioso comprobar cómo el paso del tiempo deja siempre huella (o mella, depende). Y si en mi adolescencia más postrera fui un incomprendido filobritánico, hoy soy igualmente incomprendido entre quienes me oyen hablar de los ingleses, pero la verdad es que no muestro mucho cariño hacia la pérfida Albión. Me persiguen las remembranzas de persecuciones (valga la redundancia) por parte de salvajes británicos rapados, con tupé o con pelos de punta contra jóvenes turistas que acudían a Plymouth (localidad del sur de Inglaterra, donde adoran como si fuera un héroe a un sanguinario pirata al que han dedicado una estatua) aprender el idioma de Shakespeare (por el que siento una profundísima admiración, que conste), y la convivencia con una familia de esa localidad marina que me alimentó a base de sandwiches (perdí siete kilos). Y eso me ha convertido en un acérrimo contrario a la cultura endogámica de una isla que se recrea voluntariamente en su aislamiento del resto del mundo, pero a la que siempre estaré agradecido por ser cuna del Mod-ernismo.

Twiggy, la hiperfamosa modelo de los 60' y musa del Mod-ernismo, posa con su muy británico traje.

The Jam no pudieron, o no quisieron, abstraerse de la moda impuesta por sus antecesores, The Who.

Tampoco Ray Davies, carismático líder de los fantástico Kinks, se libró de ello.
Pero el muy primerísimo primer face original que dio el paso fue Pete Townshend.



Portada de uno de mis primeros discos como coleccionista. The kids are Alright.

Joven Mod-ernista (con un parecido curioso con Ian Page, de los Secret Affair) atrapado por la estética britaniquista.

La Scooter (ya sea en dibujo o en la realidad) es muy apta para decorarla con la bandera tricolor.


Y hasta en las parkas se puede ver hoy en día...

The kids are alright, de The Who, se me antoja como un tema muy adecuado para la ocasión (no hay más que verle la camisa a Keith Moon para entenderlo).


The Kids are alright (Los chicos están bien)

I don't mind other guys dancing with my girl (No me importa que otros chicos bailen con mi chica)
That's fine, I know them all pretty well (Eso está bien, los conozco a todos muy bien
But I know sometimes I must get out in the light (Pero sé que a veces debo quedarme fuera en la luz)
Better leave her behind with the kids, they're alright (mejor dejarla atrás con los chicos, ellos están bien)
The kids are alright (Los chicos están bien)
Sometimes, I feel I gotta get away (A veces, siento como si tuviera que acercarme)
Bells chime, I know I gotta get away (Repique de campanas, sé que tengo que acercarme)
And I know if I don't, I'll go out of my mind (Y sé que si no lo hago, voy a perderme)
Better leave her behind with the kids, they're alright (Mejor la dejo atrás con los chicos, ellos están bien)
The kids are alright (Los chicos están bien)
I know if I go things would be a lot better for her (Sé que si me voy las cosas le irán mucho mejor a ella)
I had things planned, but her folks wouldn't let her (Tengo cosas planeadas, pero sus colegas no la van a dejar)
I don't mind other guys dancing with my girl (No me importa que otros chicos bailen con mi chica)
That's fine, I know them all pretty well (Eso está bien, los conozco a todos muy bien)
But I know sometimes I must get out in the light (Pero sé que a veces debo quedarme fuera en la luz)
Better leave her behind with the kids, they're alright (mejor dejarla atrás con los chicos, ellos están bien)
The kids are alright (Los chicos están bien)
Sometimes, I feel I gotta get away (A veces, siento como si tuviera que acercarme)
Bells chime, I know I gotta get away (Repique de campanas, sé que tengo que acercarme)
And I know if I don't, I'll go out of my mind (Y sé que si no lo hago, voy a perderme)
Better leave her behind with the kids, they're alright (Mejor la dejo atrás con los chicos, ellos están bien)
The kids are alright (Los chicos están bien).



Aquí pega perfectamente bien el temazo del Revival "This is London", del incomprendido grupo The Times. A la vuelta de Navidad sus la traduzco, ¿va?


lunes, 15 de diciembre de 2014

Eternidad en un segundo


Supernova espacial, cogida de www.forwallpaper.com

No dejes que me vaya lejos;
si eso ocurre no tendrás siquiera
un cuerpo que enterrar.
No olvides el recuerdo de mi memoria,
para que, al menos, exista
mientras tú existas.
Luego habrá tiempo, sin tiempo, para amarguras,
y momentos, sin instantes, para desaparecer.
Sin llanto.
Conscientes plenamente hasta dejar de serlo,
disipados en la Nada abundante.
Pero ahora crea tú nuestro mundo
y nuestro presente sin prisas.
Con fuerza intensa,
para que sea nuestra fugaz Eternidad
y brille como una divina supernova
por un puntual segundo,
de ésos que dejan huella
y moldean la Historia.
Que yo forjaré experiencias sin límite
en la fragua de mis sentidos
para que nuestros semejantes
nos sueñen volando hacia un destino de gloria
a través de rotundas generaciones.
En caso contrario,
admitiré mi esencial fracaso
como hombre,
marido, padre y hermano.
Fracasado como amante, como amigo,
como creyente y como ateo.
Un sempiterno fracaso, incluso,
como de Dios su alter-ego.


La creación de Adán, de Miguel Ángel.


"I,m a man" (Soy un hombre), versioneada canción de Bo Diddley por parte de los fastuosos Yardbirds, me viene muy bien para la banda sonora de este poema agridulce sobre la necesidad de pervivir a nuestra propia existencia. Ya sé que mirar lo profundo no es agradable, pero de cuando en cuando es saludable y recomendable echarle un vistazo al abismo... Es la adrenalina del alma.




I'm a man (Soy un hombre)

Now when I was a little boy (Vamos allá, cuando era un niño pequeño)
At the age of five (a la edad de cinco años)
I had somethin' in my pocket (tenía algo en mi bolsillo)
Keep a lot of folks alive (que mantenía a un montón de gente viva)
Now I'm a man (ahora soy un hombre)
Made twenty-one (de 21 años)
And you got to know baby (y tienes que saber, nena)
We can have a lot of fun (que nos lo podemos pasar en grande)
I'm a man (Soy un hombre)
I spell M A N, man (lo deletreo: M-A-N... Hombre)
A full grown man, lover man (un completamente adulto y amante hombre)
Alright, take it easy now (Muy bien, no te alarmes ahora)
I hear you, I hear you (te oigo, te oigo)
All you pretty women stand in line (A ver, todas las chicas guapas, estad atentas)
I can make love to you baby (puedo hacerte el amor, nena)
In an hour's time (durante horas)
Ain't that amazing? (¿No es flipante?)
I spell M A N, man (lo deletreo: M-A-N... Hombre)
I'm a man, I'm a man (soy un hombre, soy un hombre)
Full grown man, ain't that a man? (Un auténtico adulto, ¿no es eso un hombre?)
I'm a rollin' stone (Soy una piedra rodante)
Goin' back down to Mississippi to (de regreso al Mississippi)
Bring back the second cousin (para traer de vuelta al segundo primo)
Little John, the conqueroo (el Pequeño Juan, el conquistador)
I'm a man (Soy un hombre)
I spell M A N, man (lo deletreo: M-A-N... Hombre)
A full grown lover man (un completamente adulto y amante hombre)
I'm a rollin' stone (soy una piedra rodante)
The line I shoot will never miss (No voy a perder de vista la línea que me he marcado)
The way I make love to 'em (la forma en que les hago el amor)
They can't resist (no la pueden resistir)
Man (Hombre)
I spell M A N, man (lo deletreo; M-A-N... Hombre)
I'm a man (soy un hombre)
I'm a full grown man, yeah (un hombre completamente adulto, ¡sí!)
A man (Un hombre)
I'm a natural born lover man (Un hombre que nació de forma natural para amar)
You don't talk about (No hablas de ello)
A man (Un Hombre).

jueves, 13 de noviembre de 2014

Despacio se muere en soledad

Gusano sin escamas que repta por las mañanas en busca de un tesoro que no existe. Cogido de www.infojardin.com

La tenue visión de la oruga
que devora sin prisas la leve verruga
crecida entre ceja y ceja,
sabiduría tenaz de la vieja,
para esperar paciente la guadaña
que es el deceso de esta España
carente de esa alma gozosa sin mente
volando veloz a la tumba vacía y silente.

Por el rabillo oscuro del ojo,
ése que jamás, por miedo, escojo,
se desliza un esbozo roto de vida
que a la deriva navega perdida
por un mar azaroso de densa Historia
vulnerable al dolor de la gris escoria
y la vana envidia desgranada
en pesarosas sombras livianas que son de la Nada.

Retazos que son de una muerte segura,
como esa coralina sierpe de agua limpia y pura,
que mana por el corazón lechoso de la roja luna
y con el mar se mece en dulce cuna
para que el gusano vespertino siga su lento curso
horadando la blanda tierra de la carne en decurso
hacia la fantasmal y fragante existencia
de todo lo que no es religión ni ciencia.

Más allá de esa piel transparente
que esconde el seno de una desnuda serpiente,
el polvo recorre sin caminos el espacio
plagado de infinitos muertos que hablan despacio
sobre fatalidades sin nombre,
capaces de robar la esencia del Hombre
y esconderse después innobles en la amarga ranura
por la que tan sólo un grito de dolor se apura.

Enterrar el tiempo es empresa vana para los que carecen de él. Cogido de www.guiapatagonia.net
Cuando uno se cree especial piensa que fallecer es una vulgaridad que únicamente acontece a los "otros". Mientras vuelvo a la realidad, lo suyo es recrearse con el "Grow your own" ("Fórmate a ti mismo") de los divinos Small Faces.


domingo, 9 de noviembre de 2014

A Spielberg y sus escualos

Dos perfiles que van mucho de la mano: el de un escualo y su presunta víctima (confundida con una foca). Cogido del blog www.bajoelazul.com

Los que estábamos acostumbrados a que anualmente Steven Spielberg nos regalara con un largometraje que hiciera soñar al más escéptico de los seres humanos, invitándonos a asomar la nariz hacia un mundo de fantasía cuajada de realismo, siempre apto para una buena pantalla grande y acompañado de un gigantesco paquete de crujientes palomitas, nos llama poderosamente la atención este repentino silencio de tan prolífico realizador, que en 2012 rodó su último trabajo como director sobre la persona de "Lincoln", y sobre el que se especula con varios trabajos ("Robocalypse", "El Gran Gigante Bonachón" o "St. James Palace") sin que parezca que haya prisa por su parte para decantarse en uno u otro sentido.
Yo no soy ningún experto en la obra de este singular judío de Cincinnati, como sí lo es, por ejemplo, mi amigo y compañero de estudios, Antonio Sánchez Escalonilla,(un enlace hacia una entrevista de Fila Siete interesante a este profesor de Guión Audiovisual de la Universidad Rey Juan Carlos —creo que tendrían que empezar a pensar en cambiar de nombre: http://web.archive.org/web/20110818124447/http://www.filasiete.com/entrevistas/antonio-sanchez-escalonilla), que basó su divertida tesis doctoral en el cineasta norteamericano (y que luego amplió con otro libro más; ambos en mi haber). Pero, evidentemente, soy un sincero admirador suyo, porque me crié con sus películas, y alguna de ellas realmente me dejaron huella, aunque, como fue el caso de "El diablo sobre ruedas" ("Duel"), de 1971, la visioné por televisión, un domingo por la tarde, sin saber que era de él... ¡y me encantó!

"Ella fue la primera". ¿Os acordáis de este reclamo publicitario de la película?
"Tiburón" ("Jaws"), de 1975 (cuando tenía nueve nada tiernos años) fue, sin lugar a dudas, la que más me marcó con diferencia. Provocó en mí una intensa admiración por ese perfecto animal, que apenas ha variado desde la época del Jurásico (o más allá), a la vez que un profundo terror (casi tanto como el que me profesa el mar como cuna de la vida y que guarda en su seno incógnitas de todo tipo de formas y tamaños), del que hoy sigo sin conseguir deshacerme de él.
"El director de Ohio también refleja las constantes infantiles en su modo de crear la atmósfera de terror que envuelve por completo a la película. En efecto, Spielberg reescribió la historio de [Peter] Benchley desde la perspectiva de los miedos pueriles y consiguió de esta manera que el espectador adulto experimentara de nuevo los pánicos que le atenazaron muchos años atrás", reza el profesor Antonio Sánchez Escalonilla en la página 57 de su tesis en alusión a esta película. Y, a fe mía, que el cineasta conmigo lo consiguió. Porque sentí terror, "ámbito en el que la pura fantasía empieza a ser creíble", en palabras de Donald R. Mott y Cheryl M. Saunders, lográndolo el realizador a partir de "aquello que hay debajo de la superficie marina", del mismo modo que, según Douglas Fowler, "los niños saben que lo que hay debajo de la cama es algo siniestro".

Cartel de la película que yo me encargué de reproducir con fruición tiza negra en mano en numerosas paredes blancas de las calles de Cáceres.
Tengo que reconocer que me provocó pesadillas (las primeras que recuerdo en color, con los balones de oxígeno amarillos que terminaban clavándose en el cuerpo del monstruo destacando sobre el cristalino azul de un mar límpido y peligroso) durante muchas semanas y hasta me daba la sensación de que el sofá que había en el cuarto que compartía con mi hermano, Luis, cobraba forma de inmenso Carcharodon carcharias, mientras mi litera (la de arriba) se convertía en una frágil, minúscula y devorable chalupa flotando indefensa en la infinitud del océano; pero lo superé y me convertí en uno de los principales admiradores del tiburón que hay en este mundo (conste que admirador no equivale a experto, ¿eh?).
Héteme aquí el trailer original norteamericano sobre la película:



A partir del animal inmortalizado por Spielberg no quise perderme ninguna cinta que aludiera a estos animales. Ni siquiera me perdí ninguna de la saga tiburoniana posterior a la cinta de 1975, de la que para mi gusto únicamente se salva "Tiburón 2", realizada por Jeannot Szwarc en 1978. El resto no dejaron de ser intentos lamentables de sacar dinero a algo que ya estaba agotado como fórmula.
Cartel de la segunda parte de la saga sobre tiburones spielbergriana.
Y aquí el trailer de esa segunda parte:


A partir de aquí voy a mencionar algunas de las infinitas cintas con escualos de protagonistas que se multiplican hasta el absurdo, centrándome un poco en las que realmente me merecen la pena mencionar y poder llegar, luego, a una conclusión lógica:
- La Muerte Blanca (1936). De Edwin G. Bowen como director, productor y montaje de esta película medio ficción medio documental.
- Shark (1969). De Samuel Fuller. Al parecer uno de los especialistas fue atacado en plena filmación por uno de los tiburones que estaba sedado y lo mató en directo.
- Mako, el tiburón de la muerte (1976). De William Grefe.
- Tiburón asesino (1976). De William A. Graham.
- Tintorera (1977). De René Cardona Jr.
- El cazador de tiburones (1979). De Enzo G. Castellari.
- El último tiburón (1981). De Enzo G. Castellari. Llevó el subtítulo de "Tiburón 3" y eso obligó a que la tercera parte de la saga iniciada por Spielberg se titulara en España "El gran tiburón".
- Tiburón 3 (1983). De Joe Alves, con Dennis Quaid haciendo de las suyas como el hijo ya mayor del jefe Brody.
- El devorador del océano (1984). De Lamberto Bava.
- El paraíso del tiburón (1986). De Michael Jenkins.
- Tiburón La Venganza (1987). De Joseph Sargent, con el regreso de Lorraine Gary como viuda del jefe Brody.
- La noche del tiburón (1989). De Anthony Richmond.
- La criatura (1998). De Stuart Gillard.
- Shark attack (1999). De Bob Misiorowski.
- Deep Blue Sea (1999). De Renny Harlin. Merece la pena detenerse en esta cinta por la calidad de la historia (es muy original) y por su desarrollo visual y técnico. Digamos que es una mezcla entre el pez creado por Benchley y la cada vez menos leyenda de "Submarino", un inmenso tiburón blanco de 10 metros que vive en las aguas de la costa surafricana y que, según dicen, demuestra tener una inquietante inteligencia para cazar víctimas humanas. Todo ello en un espacio reducido y con un elenco de lujo, donde los "grandes" (Samuel L. Jackson) se quedan en un segundo plano, en favor de los que por entonces no eran actores muy conocidos (LL Cool J).
Cartel de Deep Blue Sea.
Y éste es el trailer, a ver si a alguno de vosotros os entra el gusanillo de verla:


- La caza del tiburón (2001). De Matt Codd.
- Shark attack 2: El demonio del mar (2002). De Davis Worth.
Shark attack 3: Terror en el abismo (2002). De Davis Worth.
- Open Water (2003). De Chris Kentis. Todo un ejemplo de cómo con un presupuesto de risa (500.000 dólares) y en muy poco tiempo (79 minutos) hacer que el público se remueva inquieto, nervioso y con miedo en el asiento (ya sea en pantalla grande o en televisión). Recomiendo vivamente su visionado. Los tiburones son reales, la historia es real, los actores Blachard Ryan y Daniel Travis (y los cámaras, también ¡que diantre!) los tienen muy bien puestos. Es lo que le puede pasar a cualquier pareja cuya relación zozobra, ya sea en el mar, en tierra o en el cielo... Por cierto, uno se puede llegar a cabrear un montón con la situación que se produce.


Hasta el trailer pone nervioso...


- Dark waters (2003). De Phillip J. Roth.
- Red water (2003). De Charles Robert Carner.
- Hai-Alarm auf Mallorca (2004). De Jorgo Papavassiliou.
- Megalodon (2004). De Pat Corbitt.
- 12 days of terror (2004). De Jack Sholder. Se llamó La playa del terror, en castellano y es una historia también espantosamente real, en la que se basó tanto Benchley para su libro como Spielberg para su película original. Es lo que mi amigo Esteban Montero llamaría un "bonito teleflín", es decir una película hecha para televisión, pero puedo aseguraros que está magníficamente hecha. Dura lo que tiene que durar (sin prisas) y narra fielmente los hechos acontecidos a principios del siglo pasado, cuando (científicamente hablando) no se creía que los tiburones pudieran ser potencialmente peligrosos para los humanos, en las costas próximas a New Jersey. Muy recomendable.


Y el trailer correspondiente:


- Shark Tale (2004). De Rob Letterman, Vicky Jenson y Bibo Bergeron. "El espantatiburones" en castellano. Una especie de Juan Sin Miedo del mar. Muy, muy divertida y recomendable (para mi gusto, claro está).
- El ataque de los tiburones (2005). De Paul Shapiro.
- Sharkman (2005). De Michael Oblowitz.
- Space shark (2005). De Danny Lerner.
- MEG (2008). De Jan de Bont.
- Shark swarm (2008). De James A. Contner.
- Tiburones en Venecia (2008). De Danny Lerner. Otro bonito teleflín con aventura de fondo, tesoros ocultos, malos malérrimos y buenos muy buenos y todo ello con bichos enormes masca-carnes por los canales de Venecia de fondo.

El consiguiente trailer:

- Tiburones en Malibú (2009). De David Lister.
- Mega Shark versus Giant Octopus (2009). De Jack Perez.
Mega Shark versus Crocosaurus (2010). De Christopher Olen Ray.
- Sharktopus (2010). De Declan O'Brien.
- Dinoshark (2010). De Kevin O'Neill.
- Tiburón 3D, la presa (2011). De David R. Ellis.
- Swamp shark (2011). De Griff Furst.
- Super Shark (2011). De Fred Olen Ray.
- Sand Shark (2011). De Mark Atkins.
- El ataque del tiburón de dos cabezas (2012). De Christopher Olen Ray.
- Snow Shark (2012). De Sam Qualiana.
- Marea Letal (2012). De John Stockwell. Según dicen, con el único aliciente de contemplar el esplendor de Halle Berry y poco más.
- Bait 3D (2013). De Kimble Rendall.
Ghost Shark (2013). De Griff Furst.
- Sharknado (2013). De Anthony C. Ferrante.
- Mega Shark versus Mecha Shark (2014). De Emile Edwin Smith.
- Sharktopus versus Pteracuda (2014). De Kevin O'Neill.
- Sharknado 2 (2014). De Anthony C. Ferrante.

Probablemente, habrá más, pero tampoco es cuestión de aburrir al personal. Y después de este largo listado de bodrios y no tan bodrios viene la conclusión: ¿Es posible hacer algo nuevo y original con tiburones? Pues yo creo que sí, y sería una buena idea. La planteó en su día el propio Spielberg sin saberlo.
Recordad, ¿cuál es uno de los mejores momentos de la película del genio de Ohio? Se ha hecho de noche y en el barco de Quint están los tres bebiendo y en un momento dado se inicia un duelo de cicatrices entre el pescador y Hooper, con Brody de invitado de piedra. De repente, Hooper le pregunta por un tatuaje que tiene y la respuesta es densa, pesada, misteriosa... "Es del USS Indianapolis". Y tras la respuesta se hace el silencio. El espectador nota la tensión en el ambiente de la película; parece que Quint ha tocado un tema tabú o algo por el estilo y comienza su narración, con todo lujo de detalle, hasta el punto de que cualquiera puede visualizar perfectamente lo que está narrando, el horror de aquel naufragio en el que perecieron 883 marineros devorados por cientos de tiburones, y por fin la última frase: "Pero entregamos la Bomba".
Es una historia con todos los alicientes para que sea un éxito en pantalla... Si la rueda Spielberg. Y, además, con la posibilidad de recuperar el personaje de un Quint joven, visto desde otro punto de vista totalmente diferente al que aparece en "Tiburón", la responsable de una saga de películas, algunas de las cuales son dignas sucesoras de su legado fílmico.
Para conocer detalles del USS Indianapolis recomiendo que os leáis este enlace:
http://www.bbc.co.uk/mundo/noticias/2013/08/130730_uss_indianapolis_naufragio_segunda_guerra_mundial_finde
También tengo un cuento en el blog relacionado con tiburones: http://jmjcollantes.blogspot.com.es/2013/07/blanco.html
Aquí os dejo la narración de Quint en la película y luego pensad en lo que aquí os digo.


He elegido la canción "No voy a cambiar" de Los Flechazos por una única razón, aparte de que me gusta. Hay una frase que dice "el estilo no se compra, sé que tú nunca podrás entenderlo", y, aunque estaba dicho en alusión clara y directa al Mod-ernismo, puede utilizarse para cualquier ámbito de la vida (incluido el del cine y la inmensa e ingente cantidad de basura que se hace cada año). A disfrutarla.