lunes, 5 de diciembre de 2016

Suicidas inapetentes

Imagen tomada por Dominic Nahr de un soldado muerto en un charco de petróleo en Sudán, cogida de perdidoeninternet.es

Temo por los que se deprimen siquiera un segundo, porque la suma de instantes amargos puede acabar en una montaña de pesadumbre y tristeza insoportable. Temo por los desgarros de las frágiles almas que sangran fluidos negros a la luz de una Luna muerta.
Lloro por los que ya tienen los ojos secos por el infinito sufrimiento y muestran el iris velado sin poder enfocar la mirada en el futuro inmediato.
Nunca creí en la DEPRESIÓN hasta que me enfrenté a ella cara a cara.
Mis disculpas a todos aquellos que no entendí en su día la atrocidad de lo que les estaba pasando por mi supina ignorancia. Occidente es un enfermo crónico y se ha transformado en un inmenso cementerio de almas depresivas.
Va por ellos.



Hay un río ponzoñoso de brea negra
donde caen los peces de vicios dinámicos,
incapaces de nadar ni a favor
ni a contracorriente.

Se dejan llevar con anhelo de
alcanzar, una noche profunda,
el fondo de la mentira
en el seno de una verdad oculta.

Y beber con sed insaciable
la ansiada amargura de un sorbo
de azucena, adelfa y cicuta.

Hay una corriente oscura y densa
donde las almas son arrastradas
con la mirada perdida en las nubes
y los brazos caídos a plomo.

Y todos los días, todas las horas,
se repiten, con eco inconfundible,
de forma abrumadora.

Y toda esencial muestra de vida
se diluye en la Nada melosa
de un insatisfecho beso
ornado de barro, sangre y miel.

Es una corriente circular
que gira y gira y da vueltas
en torno a sí misma.

Es un río morado y violeta 
cargado de transparencias húmedas
y bravas esencias.

Es el Devorador de Vidas.

Es el Asesino de fantasmas.

Es el Abandono de la mente.

Es la Niebla del sinsentido.

Es el Eterno Burlón insaciable.

Hay un río seco
de surcos inquietos
que rebosa de inmóviles cadáveres.
Incapacitados para nadar sobre roca viva.

Y temo que sea un espejo.


Imagen sugerente cogida de la página es.123rf.com

The Who realizaron en 1973 una de sus obras maestras: Quadrophenia. Es un trabajo que habla del Mod-ernismo, pero alejándose de su estilo más purista. No obstante, son sonidos que llegan muy dentro y a un público amplísimo por el mensaje, por la cuidadísima orquestación y por la implicación personal de los cuatro componentes del grupo -Roger Daltrey, Keith Moon, Pete Townshend y John Entwistle-, hasta el punto que han dejado su influjo en multitud de películas, series y, por supuesto, grupos musicales. En este país gusta tanto, que en su concierto en Madrid, en julio de 2006, el guitarrista, alma mater y compositor dijo sin tapujos aquello de "Spain loves Quadrophenia" (allí estaba menda lerenda para escucharlo en directo). Pues bien, he elegido tema para ilustrar musicalmente hablando el poema y se titula Is it in my head? Ahora sabréis por qué.

Krusty, el payaso de los Simpson, con un álbum alusivo a Quadrophenia.








Is it in my head? (¿Está en mi cabeza?)

I see a man without a problem (Veo a un hombre sin problemas)
I see a country always starved, (veo un país siempre hambriento)
I hear the music of a heartbeat, (escucho la música de un latido de corazón)
I walk, and people turn and laugh. (Camino y la gente se vuelve para reírse)
Is it in my head (Está en mi cabeza)
Is it in my head (Está en mi cabeza)
Is in my head here at the start? (¿Está en mi cabeza aquí al principio?)
Is it in my head (Está en mi cabeza)
Is it in my head (Está en mi cabeza)
Is it in my head, or in my heart? (¿Está en mi cabeza o en mi corazón?)
I pick up phones and hear my history. (Descuelgo teléfonos y oigo mi historia)
I dream of all the calls I miss. (Sueño con todas las llamadas que me he perdido)
I try to number those who love me, (trato de llamar a los que me aman)
And find exactly what the trouble is. (para encontrar cuál es el problema exactamente)
Is it in my head (Está en mi cabeza)
Is it in my head (Está en mi cabeza)
Is in my head here at the start? (¿Está en mi cabeza aquí al principio?)
Is it in my head (Está en mi cabeza)
Is it in my head (Está en mi cabeza)
Is it in my head, or in my heart? (¿Está en mi cabeza o en mi corazón?)
I feel I'm being followed, (siento que me siguen)
My head is empty (Mi cabeza está vacía)
Yet every word I say turns out a sentence. (pero cada palabra que digo se convierte en una frase)
Make love to a stranger (hago el amor con una extraña)
Just asking for directions (sólo preguntando por direcciones)
Turn from being help to being questions. (y las ayudas se vuelven interrogantes)
I see a man without a problem. (Veo a un hombre sin problemas)

jueves, 13 de octubre de 2016

Te regalo mi (pútrido) corazón


Beso tierno de raíces de mandrágora tierna cogida de la tierna huorgaldorion.wordpress.com


No sé por qué, cuando mejor me va con mi pareja sentimental, de matrimonio y madre de dos maravillosas niñas, más se centra la temática de mis mierdosos versos en la soledad y la ruptura. Quizá sea el miedo latente a esa atroz realidad el que me lleva a pensar de esa inquietante manera. En cualquier caso, siento también que me repito más que el ajo, pero eso, amigos míos, me lo vais a tener que perdonar, porque ya son ralas mis manías y el camino realizado, largo y frondoso. Permitidme alguna que otra licencia... Venga, va, ¡jo!


TE REGALO MI CORAZÓN
(Córdoba. 24 de septiembre de 2016)


Envuelto en papel de regalo barato
está mi multiusado corazón.
Yo no late cuando te paseas desnuda
ni marca el ritmo de los inviernos
cada vez más deseables al calor de tu sexo.

Está viejo, cascado y sin corteza.
Indefenso a tu mirada y tu tacto.

Es lento, defectuoso, muy humano.

Ten, te lo regalo
a cambio de un último beso.

Con él podrás hacer una buena hoguera
para calentar el tuyo,
sin el vicio de los recuerdos,
cuando te alcance también la nieve.

O, sencillamente, arrójalo al mar
del olvido sin espuma,
donde gime quedo el viento del hastío.

Y allí dirás adiós sin lágrimas
de amago recelo reconcentrado
a una vida de entrelazados dedos,
palabras necias que hieren como hilo de seda prieto,
y algún que otro sabroso éxito
de los que iluminan con luz propia cementerios
de memorias yacentes bajo el granito ingrato.


Rosas negras de Halfeti en Turquía

Me ha resultado complicado elegir tema musical para este bodrio sin precedentes (lo publico porque mi imaginación se marchita y me avergüenza tener tan poco que comunicar, pero me niego al mismo tiempo a ser prisionero del silencio mental y de corazón que atenaza, marchita y elimina mis palabras antes de que se les dé forma perfecta, que no es el caso, evidentemente). Pero pensando, pensando, logré dar con la clave.
¿Qué tal The Artwoods y su infinito 'Don't cry no more'? Un tema brutal y hasta los topes de lágrimas que mueve el alma, la cabeza y el corazón y que es original del señor Wilson Pickett. Todo esto me hace pensar que las chorradas que escribo no son más que una barata excusa para poder 'pinchar' buena música...






La letra y la correspondiente traducción (corresponde a la versión del rey del Soul).

Don' cry no more (No llores más)

Don't cry no more (No llores más)
well I'm beggin' you (te lo suplico)
Don't cry no more, girl (No llores más, nena)
I say I'm beggin' you (te lo estoy suplicando)
Every tear you shed (cada lágrima que sueltas)
Tell me that your love is true (me dice que tu amor es verdadero)
Don't cry no more (No llores más)
Well I'm telling' you (te lo estoy diciendo)
Don'y cry no more, girl (No llores más, nena)
I say i'm telling' you (te lo estoy diciendo)
Every tear you shed (cada lágrima que sueltas)
Show me that your love is true (me demuestra que tu amor es verdadero)
You cry me a river (me lloras un río)
You cry me a sea (me lloras un mar)
Now I believe without a doubt (ahora sé sin lugar a dudas)
You really, really, really love real (que tu amor es de verdad, de verdad, de verdad, real)
I don't want you to cry (No quiero que llores)
I don't want you to cry (No quiero que llores)
Dry your eyes, dry your eyes (seca tus ojos, seca tus ojos)
I'll be your water, when you're thirsty (Seré tu agua cuando tengas sed)
I'll be your [incomprehensible], when you're fallin' on down (Seré tu  [incomprensible] cuando estés cayendo)
Oh, baby, dry your eyes, lean on me (¡Oh, nena! Seca tus ojos, apóyate en mí)
I'll stick by you, I'll stick by you (Me quedaré por ti, me quedaré por ti)

I'll be your bread, in a starry land (Seré tu alimento en una tierra de estrellas)

domingo, 10 de julio de 2016

Libre de memoria

El fuego purifica y muestra la verdad que se oculta en la belleza de las cosas. Imagen cogida de http://babyantlers.tumblr.com


Busco el inminente clamor de tu silencio
en todas las miradas que pierde la noche.
Busco el amargo vacío de tus besos
en las silentes pisadas que oculta la nieve,
mientras el viento barre el polvo del deseo
que revienta con gozo en tu seno.
Y me dirás que huya
hacia un anegado pozo sin fondo.
Y dejarás que llore
con pausado vicio intenso.
Por si se atisba en el profundo horizonte
el lecho callado del reposo eterno.

Fascinante sistema labial quebrado
con sombras moteadas de estrellas
infinitesimales: tu Universo.
Conjunción simétrica de secantes constantes
circulares: tu Carácter.
Bruma y espiral que huye sutil de mi tacto:
tu Alma.

Si te sirve de banal consuelo,
el pasado devora voraz el febril presente,
y yo aquí quieto me dejo mecer por las horas
quebrando el hilo del tiempo congelado.
No envejezco.
Pero tampoco crezco
ni avanzo con progreso
aferrado a tu pernicioso recuerdo
omnipresente.
Me estanco
y menguo
en criterios de humanidad
hasta ser piedra con la tierra baldía
y carente de bermejos flujos vitales.
Aullidos solitarios de animales
en un erial gris, seco y frío.
Cantos fúnebres en el ocaso de mis graves días.

Aún con todo persistes en que no borre de mí tu memoria
y agite con prisa las ramas de tu laureado fresno.
En la densidad de un crepúsculo con blanquecino velo
no logro ver el mérito que dices me merezco
sólo por saber ahogar tu grito con un beso
que bien podría ser de Judas y no del Amor
que una vez ambos abrazamos.

Rétame a cantar a tu esencial presencia
mientras el mar escupe espumada virtud de sangre.
Sacia tu curiosa firmeza que se aferra tenaz
al sesgo de una fugaz sonrisa que desaté hace años.
Que mis manos roben de tu cintura la huella de un baile
con ecos de madreselva en lo más profundo del bosque.

Libérate. Libérame.


Si el mar te da un beso, es que la Muerte ronda cerca. Imagen cogida de http://hastalosjuegos.es/


Una muestra del Mod-ernismo nacional del que me chifla. Son los Brand New Sinclairs y su temas 'Heal my Soul'. La chorbita es sencillamente genial ella solita.

 




Pero esa rosa ardiendo me hace pensar en Supernova y su 'Entero y sesentero'. Un disco, 'Hoy es un gran día' que poseo como una joya con dedicatoria de Jacobo Eid, incluido.


Otra muestra de estos genios de Valencia: 'Je te gonna rebenter'. Sabe Dios a qué se referían, ¡sielos!


martes, 14 de junio de 2016

Incluso más allá




Después de que se elaborara el cortometraje 'Hambre Mortal' entre un puñado de amigos (entre ellos, el eterno Paul Naschy, el 'spielbergniano' Antonio Sánchez Escalonilla o el muy profesional Juan Calot), allá por 1996, la verdad es que me creí preparado para seguir escribiendo guiones para películas de corta duración. Así que me lancé en 1998 a redactar este otro trabajo que empieza prometedor, pero no acaba de cuajar bien.
Lo digo como suena, porque lo he visto con perspectiva histórica (ahora mismo, cuando lo vuelvo a escribir para este blog en 2016, es decir 18 años más tarde), sin acordarme para nada de qué iba la trama, redescubriéndola, prometiéndomelas felices con ella y desinflándome por completo al final. Pero, en fin, ¿qué se la va a hacer?
El caso es que se lo dediqué a mi esposa, Yolanda, tal y como aparece escrito a mano en la portada, y que dice así: "A Yolanda, quien logró despertarme a la vida" y finaliza poniendo Córdoba, 4 de febrero de 1998.
El caso es que no me apetece tampoco que se acabe perdiendo en el tiempo y me he decidido a plasmarlo aquí, como también haré con otros escritos que tampoco es que sean muy buenos, precisamente.


VISIÓN EN NEGRO. Se escucha en off la voz de Sergio, el protagonista de este cuento visual. Su tono es amistoso, como el que cuenta una historia curiosa, tal y como es el caso.
SERGIO (en off)
La verdad es que no me considero un charlatán, pero hoy siento la imperiosa necesidad de abrirme y vomitar de una vez lo que me tiene obsesionado desde hace ya diez años. Me gustan las historias lineales, así que considero lo mejor empezar desde el principio, ¿no?...
NOCHE. Calle de una ciudad cualquiera. Se sale del fundido en negro para mostrarnos a Sergio, un joven de 25 años que da vueltas y saltitos a fin de combatir el frío. Está animado. De vez en vez mira el reloj y lanza vistazos a la puerta de un gimnasio que está en la acera de enfrente. Silba una tonada y empieza a bailotear al ritmo. Mientras se ven la las imágenes, se sigue escuchando en off la voz de Sergio.
SERGIO (en off)
Mucha gente piensa que en las relaciones sentimentales o de simple amistad es necesario un cierto toque de inseguridad para combatir la monotonía. Ése no es mi caso...
Sergio se da la vuelta y se introduce en el bar que tiene a su espalda. Es un local de barrio, sencillito y sin destacar por nada en particular.
NOCHE. Interior del bar. Sergio se dirige a la barra donde hay un cliente silencioso tomándose una copa de vino. Otro hombre juega a la máquina en la que introduce como un poseso una moneda tras otra llenando el local con su soniquete estridente y artificial. Detrás de la barra hay un camarero con rostro aburrido. Sergio apura la cerveza que había dejado sobre la barra. Luego se dirige al camarero. La voz en off se superpone a la conversación de él mismo y del camarero.
SERGIO
¿Me cobras esto?
EL CAMARERO
Son veinte duritos.
Sergio pone la moneda sobre la mesa, mira de nuevo el reloj y se despide del hombre.
SERGIO
Gracias. Buenas noches.
El interpelado se limita a hacer un gesto en silencio con la cabeza para responder al saludo y Sergio sale de nuevo a la calle.
SERGIO (en off)
...Mis relaciones con Clara eran una auténtica balsa de aceite. Yo estaba seguro de que acabaría mis días con ella, y ella de que me vería envejecer a su lado. Y yo me sentía más que satisfecho con esa idea...
NOCHE. Calle. La cámara muestra de lejos una imagen de la puerta del gimnasio por la que empiezan a salir algunas personas, hombres y mujeres, la mayoría con bolsas de deporte o vestidas con chándal deportivo. Clara, una chica guapetona de 20 años, se despide de una amiga suya que se encuentra entre la gente del grupo y comienza a dirigirse hacia la carretera. La cámara retrocede una tanto hasta incluir a Sergio en pantalla. Está echándose aliento en las manos y cuando ve a Clara saludarle con la mano con una gran sonrisa murmura, sin mala intención y más bien contento:
SERGIO
¡Joder! Ya era año.
Sergio sonríe y menea la cabeza mientras señala al reloj amonestándola en plan de broma por el tiempo que le ha hecho esperar. La voz en off de Sergio se ha seguido escuchando al tiempo que se veía en pantalla lo anterior.
SERGIO (en off)
...Pero nadie, y recalco lo de nadie, debería de dar por sentado nada. La propia vida ya se encargará de demostrarlo.
NOCHE. Calle. Visión objetiva de Sergio. Clara levanta los hombros como disculpándose. No deja de sonreír con su embriagadora y perfecta boca. Avanza hacia Sergio si mirar a los lados. El movimiento se ralentiza (cámara lenta) y mientras ella sigue caminando un coche aparece en escena y se la lleva por delante. No se oye ningún ruido de ningún tipo: ni pitido de claxon ni frenazo ni siquiera el brutal golpe. Sólo se ve con nítida claridad cómo se la lleva por delante.
NOCHE. Calle. Vuelve a escucharse la voz en off de Sergio. Primer plano de la cara de Sergio con los ojos casi fuera de las órbitas y la boca abierta con horror. Intenta emitir alguna palabra, pero no le salen.
SERGIO (en off)
Fue visto y no visto.. ¡Dios! ¡Dios! ¡Dios! Eso era lo único que era capaz de pensar. En un nanosegundo pasé de tenerlo todo a quedarme sin nada... O por lo menos sin nada válido por lo que seguir luchando...
NOCHE. Calle. Mientras la voz en off de Sergio habla, la cámara ha ido retrocediendo al tiempo que empiezan a escucharse algunas voces de gente que se acercan al accidente. Un hombre empuja a Sergio en su afán por acercarse a ver qué ha pasado. Sergio ni se inmuta. Permanece quieto como una estatua. La cámara sigue retrocediendo dejando a Sergio en mitad de la escena. Se oyen voces de curiosos.
VOZ DE SEÑORA
¡Ay, madre! La pobre...
VOZ DE HOMBRE
¿Qué ha pasado?
OTRA VOZ DE HOMBRE
El borracho ése, la ha matado.
TERCERA VOZ DE HOMBRE
Acabo de llamar a una ambulancia y a la Policía.
VOZ DE LA SEÑORA (gritando iracunda)
¡A ti se te va a caer el pelo! ¡So desgraciao!
SERGIO (en off)
...Tuve la sensación de hacerme muy pequeño, tanto que creí que iba a desaparecer. Pero la dura realidad era que me estaba encerrando en mí mismo. Había levantado a mi alrededor un hermético y transparente muro sin límites de altura para protegerme del terrible dolor que me causaba la pérdida de Clara.
NOCHE. Calle. Al mismo tiempo que se escucha la voz en off de Sergio, la cámara ha seguido retrocediendo dejando que entraran en el plano el morro abollado del coche ligeramente ladeado, un hombre que lleva un móvil (teóricamente es el que ha llamado a la ambulancia), un joven encogido con la espalda apoyada en la rueda de su coche con las manos sobre la cabeza mientras dos personas más le echan una reprimenda y un nutrido grupo de personas que se mueven alrededor de donde tendría que estar tirada Clara (a la que no se le ve en ningún momento).


La escena tiene el aire de algunas viñetas multitudinarias de Hergé con profusión de personajes y en las que convergen un sinfín de historias diferentes y en paralelo que transcurren al mismo tiempo y sin solución de continuidad.. Por último, la cámara se detiene cuando el bolso de la muchacha aparece en imagen y baja un poco hacia el suelo dejando al fondo a Sergio inmovilizado y en primer plano el bolso abandonado. Las voces se diluyen y

FUNDIDO EN NEGRO

DÍA. Interior del cuarto de Sergio. Cuando se sale del fundido en negro se escucha la voz en off de un hombre, un médico, que ha venido a ver a Sergio. La cámara nos muestra un primerísimo primer plano de Sergio. Mantiene la boca cerrada y los ojos abiertos sin ninguna expresión.
MÉDICO (en off)
¿Podemos salir un momento?
DÍA. Cuarto de Sergio. Ana, la madre del muchacho que está a un lado de la cama donde está Sergio, pone un gesto de extrañeza y mira a su marido, Julián, quien se encuentra algo apartado al fondo de la habitación. En el lado contrario a Ana el médico aguarda la respuesta. Julián reacciona destrozando nervioso los brazos.
JULIÁN
Claro que sí. Vamos al salón.
El médico corresponde a la invitación  saliendo el primero de la estancia. Ana aún no se mueve. Permanece mirando a su hijo con lástima mientras le acaricia la frente. Julián la llama.
JULIÁN
Ana, por favor...
La mujer suspira asintiendo y se dirige a la puerta. La cámara, en visión subjetiva de Sergio, muestra la puerta cerrarse al salir su madre.

DÍA. Salón. Elena, de 18 años y con trazas de anoréxica, lee un libro tumbada sobre el sofá y con los pies sobre una mesita que hay frente a ella. En una silla, mirando el televisor, está Ricardo, un niño de unos 14 años. Ambos son hermanos de Sergio. Los padres y el médico  llegan al salón. Cuando les ve, Elena bufa con fastidio y Ricardo baja el volumen con el mando a distancia para atender interesado lo que dicen los mayores.
MÉDICO (entrando)
...En la última semana se le han realizado todo tipo de pruebas y no ha respondido a ningún tratamiento. Físicamente no muestra ninguna anomalía, pero...
Julián al entrar hace un gesto de enfado a Elena y ésta retira  los pies de la mesa dejando bruscamente el libro sobre el sofá. Luego el padre se vuelve hacia el médico con interés. Ana también le mira fijamente. El doctor continúa.
MÉDICO (ENTRANDO)
Se lo voy a decir de manera sencilla para que me entiendan: Su hijo, Sergio... Es ahora un vegetal.

DÍA. Salón. Ana se queda boquiabierta; Julián se deja caer contra la pared y baja la cabeza; Elena se limita a enarcar las cejas y mirar de reojo para otro lado como si aquello no fuera con ella. Ricardo, que mantiene los brazos apoyados sobre el respaldo de la silla donde está sentado, es el único que habla. Lo hace de manera natural.
RICARDO
¿Y eso qué quiere decir?
El médico sonríe incómodo. Al responder ve que Julián se ha derrumbado y que su única interlocutora válida es Ana.
MÉDICO
Señora. Su hijo no puede valerse por sí mismo. No puede hacer nada sin ayuda. Tendrán que alimentarlo, tendrán que vestirlo ustedes a diario. Si le hablan no responderá. Está totalmente ido. No puede, o no quiere, salir del estado profundo en que se encuentra.
Ana no contesta. El doctor insiste en la gravedad del asunto.
MÉDICO
¿Se da usted cuenta de lo que le estoy diciendo?
Ana, finalmente, frunce el ceño y pregunta con un hilo de voz:
ANA (carraspeando)
¿Hasta cuándo estará así?
El médico hace un gesto de duda.
MÉDICO
No podría asegurarlo. Pueden ser días, meses, años o salir hoy mismo de ese aislamiento.
ANA
¿Y él sabe lo que le está pasando?
MÉDICO
Tampoco puedo asegurarlo. En eso las teorías difieren. Para algunos este tipo de pacientes ni siquiera siente. Otros dicen que sí... Lo siento, cada caso es diferente, y con su hijo lo único que nos queda es esperar...
Ana contesta extrañamente calmada.
ANA
El tiempo dirá, ¿no?
MÉDICO
Sí, eso es. Entre tanto, mi consejo es que lo internen en un centro especial donde lo atenderán como es debido...
ANA (gritando)
¡De eso nada! ¡Mi hijo se quedará aquí!
Julián parece salir de su letargo y contempla asombrado a su mujer y al también perplejo doctor. Elena se levanta enfadada.
ELENA
¿Pero qué dices, mamá? ¿Quién lo va a cuidar? ¿Tú?
Ricardo hace un mohín de fastidio y se vuelve de nuevo de nuevo al televisor elevando el volumen. Elena sigue gritando a su madre.
ELENA
¡Pues conmigo no cuentes!
Julián se mete en medio de la discusión y le dice a su hija aguantando la rabia:
JULIÁN (con dientes apretados)
Harás lo que te diga tu madre.
ELENA
¿Es que ninguno os dais cuenta? ¡Vamos a pasarnos el resto de nuestras vidas atados a Sergio como si fuéramos esclavos!
ANA (amenazadora)
Aquí vamos a cuidar todos de tu hermano.
ELENA
Eso de ahí ya no es mi hermano...

DÍA. Cuarto de Sergio. De nuevo se oye la voz en off de Sergio por encima de la discusión que está teniendo lugar en el salón. A medida que habla, la cámara va acercándose lentamente al rostro de Sergio directa hacia el ojo. Un lágrima le resbala por la mejilla.
SERGIO (en off)
Desde luego que estaba sintiendo, y oía perfectamente los gritos que estaban dando en el salón. Las palabras de mi hermana me demostraron que todavía era vulnerable ante el dolor, así que me hundí un poco más en mi fosa mental y entonces ocurrió...
La cámara parece introducirse en la pupila de Sergio y se hace un gran silencio. Todo pasa al

BLANCO Y NEGRO
(se escucha algo parecido al sonido de un soplo de viento, como un suspiro)

DÍA. Cuarto de Sergio. Blanco y negro. El muchacho está en la cama mirando al techo con la cabeza apoyada en las manos que mantiene cruzadas detrás d ella nuca. Las piernas también las tiene una sobre la otra cruzadas. Algo le llama la atención a su derecha y con calma mueve la cabeza hacia ese lugar donde sus ojos ya estaban indicando con antelación. Recortada contra la ventana está Clara. Muestra una palidez inusual y exagerada, aunque está igual de bella que siempre. Lleva un traje rojo (que es lo único que se ve en color dentro del blanco y negro). Sonríe.
CLARA 
Hola, mi vida. Pareces cansado.
Su voz tiene extraños ecos de ultratumba. Sergio también sonríe.
SERGIO (voz normal)
No. Estoy bien.
Clara asiente en silencio, se acerca al radiocasete y lo pone en marcha. Empieza a sonar 'The dock of the bay' de Otis Redding. Clara, riendo, hace una seña a Sergio para que se una a ella. El joven se levanta, la abraza muy pegada a él y se ponen a bailar. La voz en off de Sergio sigue comentando la historia, mientras se ven imágenes superpuestas del baile desde diversos ángulos y proximidades.



SERGIO (en off)
Me gustó mucho estar de nuevo con Clara. Me daba la sensación de que no la veía desde hacía años, pero no se me ocurrió preguntarle dónde se había metido en todo ese tiempo...

DÍA. Parque. Blanco y negro. Sergio y Clara pasean junto a un lago, entre los árboles que se mecen al viento con lentitud, como si bailaran (parecen un trasfondo de dibujos animados). Sergio tiene su brazo sobre los hombros de Clara, y ella le agarra por detrás con una mano metida en el bolsillo posterior del pantalón. Charlan animadamente (voz muda) e incluso se ríen de alguna ocurrencia (risa muda). Clara viste con el mismo color rojo; Sergio, sin embargo, aparece siempre con diferente ropa. Mientras, Sergio sigue contando lo ocurrido.
SERGIO (en off)
...Desde entonces, prácticamente no volví a despegarme de ella. Nos veíamos en cualquier parte, hablábamos de nuestras cosas, paseábamos. Hacíamos la vida normal de una pareja de enamorados...

DÍA. Calle. Blanco y negro. Clara y Sergio, agarrados de la mano se aproximan a un mimo vestido de payaso. El mimo se quita el sombrero y le ofrece a Clara un globo enorme que parece de color negro y que tiene una calavera blanca dibujada. Sergio sonríe complacido y Clara muestra un gesto de decir 'menudo regalo me ha hecho'. Luego los dos se marchan después de que la muchacha deje escapar el globo que se aleja hacia lo alto.
SERGIO (en off)
...Era perfecto. Hombre, quizá demasiado perfecto, porque visto con perspectiva del tiempo tendría que haberme extrañado el hecho de nunca lleváramos dinero encima, y hacíamos lo que nos venía en gana. Eso sí. Supongo que era lo de menos; a mí me bastaba con saber que la vida transcurría de manera placentera junto a ella.

DÍA. Terraza de una cafetería. Blanco y negro. Ambos están sentados en una mesa al aire libre. Tienen sendas tazas delante: ella de té, él de café humeante (un capuchino). Clara toma la suya entre las manos y la aferra como si se quisiera calentar las manos con la taza. Sergio juguetea con la cucharilla y mirando a su café le pregunta a Clara:
SERGIO (voz normal)
Oye, hace tiempo que eres mi mujer, ¿no?
Clara no responde. Sólo ladea la cabeza en un ademán ambiguo. Sergio deja de mirar a la mesa y la contempla directamente a ella, quien se ha llevado la taza a los labios para besarla con dulzura sin soplar.
SERGIO (voz normal)
Verás. Le he dado vueltas durante mucho tiempo a un asunto. A ver qué te parece ti: ¿Te gustaría tener un hijo?
A Clara se le congela en el aire el gesto de retirar la taza tras degustar el té y sube las cejas.
CLARA (voz con ecos de ultratumba)
¿Crees que es lo más conveniente e la situación en la que estamos?
SERGIO (voz normal)
¿Qué situación?
CLARA (voz con ecos de ultratumba y con deje de impaciencia)
Pues que estamos muertos, Sergio.
SERGIO (voz normal)
¡Qué muertos ni qué! Jamás hemos estado más vivos...

DÍA. Cuarto de Sergio. Color. Mientras Sergio en off prosigue con su narración, Elena recoge unas sábanas sucias y las roja a un rincón de la habitación. Se muestra seria, pero ya no es la adolescente delgaducha del principio. Ahora se la ve más relevista y algo más madura.
SERGIO (en off)
Recuerdo que al final la convencí, o mejor habría que decir que ella no consiguió convencerme. Clara y yo intentamos con ahínco ese de tener un hijo, pero por alguna extraña razón, sin descartar tampoco que alguno de los dos fuera estéril, el niño no venía. Nuestros esfuerzos, sin embargo, no pasaron desapercibidos para Elena, a quien gracias a Dios alguien había convencido de que la moda anoréxica a lo Audrey Hepburn ya había pasado.
Justo en el momento en que la voz en off de Sergio termina de hablar se ve a Elena que va a cubrir a su hermano con una nueva sábana, pero la muchacha se queda quieta y sonríe medio divertida medio asombrada.
ELENA
¡Anda! Míralo tú...


DÍA.  Salón. Color. Elena se queda dubitativa en la puerta mirando a su madre, que está escribiendo algo sobre una mesa. Finalmente, se decide a entrar y se sienta junto a Ana. Antes de hablar ojea lo que está escribiendo su madre y suelta lo que tiene que decir.
ELENA
Mamá: Sergio tiene una erección.
Ana deja de escribir y se queda expectante.
ANA
¿Qué dices?
ELENA
Pues eso... Sergio... Que se le ha levantado.
Ana, que no sabe a dónde quiere llegar su hija, responde amoscada.
ANA
Elenita, hija, no me seas cochina.
Elena responde con el mismo tono.
ELENA
A veces pareces tonta, ¿eh? ¿Sabes lo que significa? Que Sergio sí que siente, y pienso que sabe lo que le está pasando.
Ana suspira muy seria. Elena le pone la mano en el hombro y su voz se hace más suave.
ELENA
Mamá, ¿y si está sufriendo?

DÍA. Consulta del médico. Color. La voz en off de Sergio nos introduce en la escena, en la que se ve a los padres del joven escuchando las palabras del doctor.
SERGIO (en off)
Es curioso cómo una tontería como ésa pasó a ser el detonante de todos los acontecimientos posteriores. Evidentemente, yo me enteré mucho más tarde, por boca de mi padre...
MÉDICO
...Hemos llegado a una conclusión en la que coincidimos todos. El caso clínico de su hijo es muy singular...
ANA
Osea, que no tienen ni idea de lo que le pasa.
MÉDICO
Técnicamente, no. ¿Para qué engañarnos?
ANA
¿Y tampoco saben si saldrá de ésta?
MÉDICO (con ridículo aplomo)
Seguramente es irreversible por la voluntariedad de Sergio...
Ana se muestra cada vez más indignada.
ANA
Y tampoco sabrán entonces si mi hijo es consciente de lo que ocurre y que puede estar pasándolo fatal.
El doctor se queda sin habla. Julián se aproxima para tranquilizarla, pero Ana le corta en seco apartándose.
ANA (susurrando tajante)
Vámonos a casa. Tenemos que hablar.

DÍA. Coche de Julián. Color. Los padres de Sergio van de camino a casa. Después de un corto silencio en el que se les ve las caras de descompuestos a ambos, Julián pregunta:
JULIÁN
¿Estás bien?
Ana parece muy afectada y, aunque no llora, le cuesta responder.
ANA
No lo sé. ¿A ti qué te parece? ¿Crees que puedo estar bien sabiendo que Sergio va a quedarse así para siempre?
JULIÁN
Ésa era una posibilidad que ya conocíamos.
ANA
No. Durante todos estos años siempre guardé la esperanza de que Sergio pudiera recuperarse y hoy, de golpe y porrazo, me la han arrebatado.
Ana se calla y Julián respeta preocupado su silencio. Vuelve a oírse la voz en off de Sergio, mientras la cámara muestra la imagen del coche alejándose por una calle.
SERGIO (en off)
Pobre papá. Ni siquiera él podía sospechar lo que mamá estaba maquinando...

FUNDIDO EN NEGRO

Se oye en off a Clara llamando a Sergio con su voz de ecos de ultratumba. Parece como si lo llamara desde un lugar lejano.
CLARA (en off)
¡Seeeeeeeergio! ¡Seeeergio! ¿Sergio?

NOCHE. Cementerio. Blanco y Negro. Sergio aparece sentado sobre una tumba. Se le ve de perfil, no muestra miedo en su cada, aunque sí extrañeza por estar en un lugar como ése. Mira a los lados; la cámara gira a su alrededor hasta encuadrar a Sergio mirando a Clara, que avanza hacia él en medio de las tumbas. Esta vez lleva el mismo vestido, pero blanco. No sonríe. Una neblina cubre el suelo en espirales. Sergio habla en off.
SERGIO (en off)
Algo funcionaba mal. Lo presentía. Aquello más parecía un sueño que la vida en la que yo me había inmerso y que yo consideraba del todo real...
Clara llega a su altura. Se muestra preocupada y habla directamente:
CLARA (con ecos de ultratumba)
Amor mío, esto tiene que acabar. Tenemos que separarnos para que empieces a vivir de nuevo.
SERGIO (inseguro)
No te entiendo, Clara.
Clara responde con enfado:
CLARA (con ecos de ultratumba)
¡Ya basta, Sergio! Tienes que regresar con los tuyos.
SERGIO (asustado)
¿Regresar a dónde?
CLARA (con dulzura)
A la vida, cariño. A esa vida que no puedes vivir estando más conmigo.
Sergio no puede disimular más su asombro.
SERGIO
Tú eres mi vida. No quiero más.
Clara niega con la cabeza insistente y le toma la cara entre las manos.
CLARA (con eco de ultratumba en la voz)
Soy tu muerte. ¿No recuerdas, amor mío? No superaste mi accidente. No sé dónde estamos exactamente. NI siquiera sé si somos reales o qué. A veces me da la sensación de que sí. A mí me gustaría que así fuera. Pero esto no puede ser verdad. Tú tienes que volver...
SERGIO (muy alterado)
¿Qué accidente? ¿De qué hablas?


manuls.inopia.net


NOCHE. Cementerio. Blanco y negro. La niebla empieza a elevarse mientras que Sergio se pone de pie. Bruscamente, un coche surge de la nada y vuelve a repetir la escena del siniestro. Esta vez Sergio reacciona.
SERGIO
¡Claraaaaaaa!
Sergio da un paso adelante. Ni Clara ni el coche están ya allí. Una mano se posa en el hombro del muchacho asustándole. Es Clara que le obliga a darse la vuelta para mirarla cara a cara. Tiene los dientes apretados de rabia.
CLARA (con ecos de ultratumba en la voz)
¿Quieres ver algo que te va a hacer daño? ¿Me obligarás a ello?
Sergio se deja manejar con la docilidad de un niño. Tiene los ojos desorbitados y no responde. Clara le obliga a ponerse de rodillas ante la tumba en la que él antes estaba sentado.
CLARA (con ecos de ultratumba en la voz)
¡Mira!
Sergio deja escapar el aire con horror. En la lápida aparece el nombre de CLARA FÉNIX GARCÍA y las fechas 1978-1998. La niebla los cubre a ambos. Sergio niega con la cabeza.

DÍA. Paisaje de los Monegros. Blanco y negro. Ya no hay niebla. En mitad de la desolación Clara y Sergio se miran el uno al otro. Clara sigue hablando.
CLARA (con ecos de ultratumba en la voz)
¿Me consideras tan egoísta como para retenerte a toda costa a mi lado? ¿Es que no sabes que te quiero con toda mi alma?
SERGIO
Y yo a ti.
CLARA (con ecos de ultratumba en la voz)
Pues demuéstralo y deja de vivir en la muerte.
Clara le toma de la mano y lo introduce en una especie de galería estrecha, medio iluminada. Ella se queda prácticamente en la entrada.
CLARA (con ecos de ultratumba en la voz)
Fíjate en lo que está pasando.
Sergio se da la vuelta y se asoma a una abertura al final del pasillo a través de la cual se ve

DÍA. Cuarto de Sergio. Color. Ana, temblorosa, tiene una jeringuilla en la mano. A su lado Elena la mira con temor, aunque convencida. Ana parece no poder seguir adelante.
ANA
¿Estás segura de que no le hará daño?
ELENA
En la película ésa era muy rápido. El enfermo ni se enteraba. La burbuja de aire llega muy pronto al cerebro...
ANA
Si tu padre se entera...
ELENA
Nadie lo sabrá, mamá.

DÍA.  Galería. Blanco y negro. Sergio, con el ceño fruncido, se vuelve hacia Clara con una pregunta silenciosa.
CLARA (con ecos de ultratumba en la voz)
Date prisa, mi vida. Si te mata no volverás a verme.
SERGIO
¿Y allí, volveré a verte?
CLARA (con ecos de ultratumba en la voz)
En este plano, no lo sé. Pero si mueres, mi recuerdo morirá contigo para siempre.
Sergio duda. Vuelve a mirar a la ventana y contempla

DÍA. Cuarto de Sergio. Color. Ana se aproxima al cuerpo inerte de Sergio. Mantiene la jeringuilla en alto. Detrás Elena mira fascinada. De repente, Ana se derrumba y comienza a llorar.
ANA
Es por tu bien, mi niño... Por tu bien.
Como Ana se queda parada, Elena le arrebata sin brusquedad la jeringuilla y se dispone ella a hacer el trabajo.

DÍA. Galería. Blanco y negro. Sergio respira con dificultad. La voz en off de Clara le repite:
CLARA (en off y voz con ecos de ultratumba)
Para siempre...

DÍA. Comienza una superposición rápida de imágenes en color y en blanco y negro. En color se ve a Julián que entra en el cuarto al tiempo que Elena levanta el brazo de Sergio para inyectarle el aire. Ana sigue llorando. Julián comprende de repente lo que está pasando y grita:
JULIÁN
¡Elenaaaaaa!
Ana y Elena se vuelven con rapidez. La hermana suelta el brazo de Sergio.
En blanco y negro la cara de Sergio se superpone a la suya en color (en blanco y negro está afeitado; en color se le ve algo de barba) y abre los ojos. Su brazo coge repentinamente la muñeca de Elena, quien suelta la jeringuilla.

FUNDIDO EN NEGRO


La voz en off de Sergio narra la historia.
SERGIO (en off)
El resto ya lo sabe. Mis padres se separaron. A mi madre y a Ana las detuvieron y creo que aún tienen pendiente el juicio. Yo no sé si las odio o no; supongo que hicieron lo que creían que tenían que hacer. ¡Je! El caso se hizo famoso y salió en los periódicos y en la televisión, ya sabe...

DÍA. Calle. Color. Sergio pasea, con las manos en los bolsillos y mirando a la acera. Su voz en off sigue la narración al salir del fundido.
SERGIO (en off)
...Pero yo ya no tenía ni trabajo ni familia, y me quedé con muy pocas ganas de hacer nada. Sobre Clara todavía tengo algo más que decir...

DÍA. Calle. Color. Sergio se cruza con una mujer que lleva de la mano a un niño. El sonriente chaval lleva en la mano un enorme globo negro con una calavera blanca pintada. Sergio le sigue con la mirada alucinado. Algo más adelante hay un mimo vestido de payaso con un manojo de globos en la mano. Sergio se le acerca y cuando se le pone delante el mimo le guiña un ojo y parece ofrecerle uno de los globos. Cuando Sergio hace el amago de ir a cogerlo, el mimo rompe su silencio.
MIMO
No es para ti, muchacho.

DÍA. Calle. Color. Sergio mira a su lado y ve a Clara sonriendo al tiempo que recibe el regalo con un gesto de asentimiento. Su traje es azul pálido y su cara tiene un tono rosado normal. Sergio no sabe si reír o llorar. Clara le habla sin ecos de ultratumba.
CLARA (normal)
Que te quede claro, cariño: Sólo voy  a ayudarte a vivir de nuevo.

DÍA. Consulta de psiquiátrico. Color. Sergio habla con un médico psiquiatra, que es a quien le está contando la historia.
SERGIO
Claro que la he vuelto a ver. Muchas veces, pero eso no quiere decir que yo esté mal de la cabeza ni que me tengan que internar en un manicomio... ¡Oh! Perdón, un centro psiquiátrico, ¿verdad?
El psiquiatra está tomando notas al otro lado de la mesa. Levanta un momento la cabeza y sonríe ante la rectificación de Sergio.
PSIQUIATRA
Nadie piensa en internarle. Pero tiene que comprender que lo suyo no es muy habitual y que sería bueno hacerle algunas pruebas. Su padre es de la misma opinión.
Pero Sergio parece que ya no le escucha. Detrás de él aparece Clara, quien le pone las manos sobre los hombros y le susurra al oído:
CLARA (normal)
Muy bien, mi amor. Me siento orgullosa.
Sergio mueve una de las manos y la posa sobre la de Clara y, mirando a la cara de la muchacha, afirma:
SERGIO
Ya lo sé, preciosa...
La cámara nos muestra al psiquiatra, quien en espera de la respuesta de Sergio miraba a un lado resignado, volviendo con rapidez la mirada hacia su paciente. La visión subjetiva del médico nos muestra a Sergio hablando solo, con el mismo gesto descrito arriba sólo que sin cerrar mano alguna de nadie, y repitiendo:
SERGIO
...Ya lo sé.
El psiquiatra suspira negando con la cabeza y vuelve a tomar notas resignado.

FUNDIDO EN NEGRO


FIN.


Para este escrito tan raro, me parece bien añadir algunos temas igual de extraños. Es el ejemplo de  The Zombie Valentines y su 'Segunda piel'.


También están los F.A.N.T.A. y su 'Yo quiero ser un zombie'.


El fabuloso 'Batman' de Los Monjes.



El 'Hey Monstruo' de Los Monstruos.


Los Shains y 'El Monstruo'.


Los Vegetales y 'Voy a cavar mi tumba'.




Los Nikis y 'La naranja no es mecánica'.



Wau y Los Arrrghs!!! y su 'Hey , monstruo, hey'






sábado, 2 de abril de 2016

Carta al 'mago' Spielberg



Querido Steven:

  
No hace mucho insinué en una entrada de este blog la posibilidad de redescubrir la figura de Quint en una película que rememorara la historia del USS Indianapolis en la que, según Jaws, él estuvo enrolado.
   Le he empezado a dar vueltas a la idea y creo que un buen comienzo podría ser la del joven marinero despertándose la mañana del juicio por aquel desastre bélico ocurrido una vez que la Gran Guerra prácticamente había finalizado (a sólo un mes de la imagen famosa del marino, Glenn McDuffi Edward, besando en Times Square de Nueva York a una enfermera).


   Una ironía que no pudo ocultar la tragedia que tuvo lugar en el mar y que comenzó con aquellos dos torpedos que hizo volar en pedazos la quilla del frágil destructor donde viajaban 886 personas de vuelta tras la entrega del material para fabricar la bomba.


   Imagínate un prolongado fundido en negro. Cuatro, cinco segundos y, de repente, un grito en japonés diciendo ¡fuego! (kasai!) y una inmensa explosión iluminando la pantalla.
   El despertar agitado de un joven que en penumbra se lleva la mano a la cara y ahoga un sollozo.
   El sonido del agua de la ducha que cae sobre la cabeza del joven de espaldas a la cámara y se empiezan a intercalar voces y gritos de terror con flashes de cuerpos en masa vistos desde una visión subjetiva bajo el agua con piernas y brazos agitándose en el mar a cámara lenta.
   Más voces y más gritos.


   El joven golpeando con el puño la pared mientras el agua de la ducha le sigue empapando la nuca.
   Hasta que en uno de esos flashes del pasado surca rapidísima la imagen de un escualo ante la cámara y…
   Primerísimo primer plano de los ojos de Bartholomew M. Quint abiertos con horror y vuelta al fundido en negro.


   Seguiré dándole vueltas a la idea, pero, por lo pronto he pensado en alguien para hacer el papel protagonista. Me encantó en su papel del joven Magneto a Michael Fassbender y creo que podría ser un magnífico Quint (incluso se le parece algo al gran Robert Shaw). No obstante, habrá que ver si le gusta el agua, porque esta película tiene mucho de mar. Creo que incluso habría que rodarla donde se hizo Open Water.


   Nos pondremos en contacto pronto de nuevo con más pequeñas grandes ideas.
   Un abrazo.
Javier Martínez Collantes

Michael Fassbender y Robert Shaw


Los Vegetales me vienen de maravilla para ilustrar musicalmente hablando esta pequeña entrada. La canción, Tiburón XIII, fresca, divertida y también algo triste. En fin, como la vida misma.



sábado, 9 de enero de 2016

La eterna vuelta de tuerca

Polvo cósmico, con forma de espectral hombre-murciélago, en una imagen cogida de escuelapedia.com
¿Sabéis esa conocida y familiar sensación de que el hilo está a puntito de quebrarse de tanto tirar? ¿De la tensión excesiva sobre el alma haciéndola envejecer a ojos vista? ¿De que una fuerza cósmica e infantil trata por todos los medios de comprobar los límites de la resistencia humana haciéndola sufrir en el punto más débil de su defensa?
Y cuando finalmente el hilo se acaba rompiendo, una transcurrido ese eterno instante de tremenda angustia por sentirse como una marioneta de trapo zarandeada en el corazón de la tempestad, ¿no habéis notado entonces como una paz sensacional de las que alientan el despertar de una nueva era anticipándose a goces antiguos y tenazmente renovados? ¿Como si esa constante vuelta de tuerca hiciera medrar el conocimiento tornándonos más sabios? ¿No os sentís como victoriosos héroes despojándose de los restos de un yo anterior empequeñecido por las circunstancias? ¿Como si ésa fuera la auténtica razón de ser del crecimiento de la Humanidad para superar todas las dificultades y avanzar a través de los siglos hacia y hasta el final de los días?
Pues bien, esta composición extremadamente sencilla que ahora os presento es fruto de un instante justo anterior a la desesperación, de la que ya me he repuesto, por lo que me siento recompuesto, superado y crecido.
Es demasiado simple al leerla, carente de complejos giros o de oscuras imágenes, porque sale directamente manando del corazón, por entonces casi roto (y no por un desamor, sino por la sensación de injusticia vital) y ya entero y sin temores del pasado.
Supongo que en las zonas del planeta donde la vida es hoy en día realmente dura, o en épocas remotas, sobre todo cuando se produjeron guerras generalizadas, se trataba de una sensación más común y distanciada de las blandas generaciones actuales, en las que parece que lloramos por todo y seguimos creyéndonos el ombligo del Universo.
No tiene título y dice así:

Tengo el alma seca y vacía.
Una vulgar sensación que se acrecienta
con el cálido octubre califal
abriendo paso a un invierno denso
de profundas impresiones sensoriales,
pero hueco y relleno de un falso sentimiento.
Si sonrío, miento.
Y si intento llorar,
por dentro me río de mi frialdad.
Ni el canto me despierta,
ni mirarte me provoca escalofríos
como en la primavera de nuestra vida.

Tengo el alma muerta, seca y vacía,
como las flores que adornan un ataúd.
Como esa tierra ya sin color ni olor
que no sirve ni para acoger sepulturas.

Manos torpes y mezquinas, sin alma,
que no saben abrazar
ni dar consuelo,
y sólo consigo llorar
cuando recreo tu gran vacío a mi lado.
Pero lloro quedo.
Sin pasión.
Sin el brillo que otorgan las lágrimas.

Ponzoña aferrada al corazón
que me agobia y atenaza,
que pesa como losa lapidaria
aplastando la sinrazón
de esta limitada existencia.
Polvo que secas mi alma cenicienta,
no abarco a distinguir tu cuna
ni el destello al final del camino.
Iceberg nocturno robando las primeras luces del amanecer, copiado de www.fotonaturaleza.cl
Y aquí tenéis al señor Joe Tex con el temazo "Show me". Dicen los que saben que se trata de un clásico del Northern Soul, pero tiene unos toques rythmandblueseros tremendos y un punteo sensacional que está hecho con una guitarra que parece de juguete, pero ahí está. Me enamoré pronto de esta canción y es algo que auguro os va a pasar a todos.




Aunque yo la conocí mucho antes gracias a la versión de hispánicos Los Bravos .



En cualquier caso, la letra y su traducción:

Show me (Muéstrame)

Ahhhhhh! Show me a man that's got a good woman (Muéstrame a un hombre que haya conseguido a una buena mujer)
Show me (muéstramelo)
Show me a man out there that's got a good woman (muéstrame a un sólo hombre ahí fuera que tenga a una buena mujer)
Show me (huh huh) (muéstramelo)
Show me a man that's got a good woman (muéstrame a un hombre que haya conseguido a una buena mujer)
Show me a man that's got a good woman (muéstrame a un hombre que haya conseguido a una buena mujer)
Show me a man that's got a good woman (muéstrame a un hombre que haya conseguido a una buena mujer)
Show me a man that's got a good woman (muéstrame a un hombre que haya conseguido a una buena mujer)
Show me a man that's got a good woman (muéstrame a un hombre que haya conseguido a una buena mujer)
I'll show you a man that goes to work hummin' (Te mostraré a un hombre que va a trabajar zumbando)
He knows he's got some sweet love coming (sabe que el dulce amor le espera)
At the end of his working day. (al final de su jornada laboral)
*Yeah* (¡Sí!)
Show me a woman that's got a good man (Muéstrame a una mujer que tenga a un buen hombre)
Show me! (¡Muéstramela!)
I wanna see a woman out there that claims she got a good man! (¡Quiero ver a una sola mujer ahí fuera que haya conseguido a un buen hombre!)
Show me! (¡Muéstramela!)
And if you show me a woman that's got a good man (Y si me muestras a una mujer que tenga a un buen hombre)
Show me a woman that's got a good man (Muéstrame a una mujer que tenga a un buen hombre)
Show me a woman that's got a good man (Muéstrame a una mujer que tenga a un buen hombre)
Show me a woman that's got a good man (Muéstrame a una mujer que tenga a un buen hombre)
Show me a woman that's got a good man (Muéstrame a una mujer que tenga a un buen hombre)
I'll show you a woman doin' all she can (Te mostraré a una mujer haciendo todo lo posible)
To make life worth living for her good man (para que la vida de ese buen hombre merezca la pena)
So his troubles don't cross his mind. (hasta el punto de que olvidará sus problemas)
*Yeah* (¡Sí!)
Show me two people that's in love with each other (Muéstrame a dos personas que estén enamoradas la una de la otra)
Y'all, show me. (¡Venga, todos vosotros! ¡Mostrádmelo!)
I want you to show me two people that's in love with each other (Quiero que me mostréis a dos personas que estén enamoradas la una de la otra)
Show me. (Mostradme)
Ah ya show me two people that's in love with each other (¡Venga tú! Muéstrame a dos personas que estén enamoradas la una de la otra)
Show me two people in love with each other (Muéstrame a dos personas que estén enamoradas la una de la otra)
Show me two people in love with each other (Muéstrame a dos personas que estén enamoradas la una de la otra)
Show me two people in love with each other (Muéstrame a dos personas que estén enamoradas la una de la otra)
Show me two people that's in love with each other (Muéstrame a dos personas que estén enamoradas la una de la otra)
I'll show you two people that ain't going no further (Os mostraré a dos personas que no irán más allá)
Than their arms can reach to hold one another (de lo que sus brazos pueden abarcar para acoger a otro)
Let them lovers alone, yeah (Dejad a esos amantes solos, ¡sí!)
They doin' all right (Lo están haciendo todo bien)