martes, 20 de octubre de 2015

Pequeños vates que perfilan el futuro

Luna y bruma; una combinación mágica y peligrosa. Imagen captada de mercedesgpazos.wordpress.com
Una composición que inició mi hija menor, Sofía, de ocho años, una mañana mientras deambulaba por la casa bailando y saltando, y que terminó dándole forma escrita mi hija mayor, Paula, de once años en su cuaderno de creaciones perdidas y halladas en los rincones de su pequeño hogar.
Una canta; la otra escribe y ambas miran al futuro con ganas de conocer qué les depara el destino.
La frase inicial surgió con mucha naturalidad mientras Sofía imitaba el paso de las hadas sobre el parqué del suelo. Y la expresó con esa voz de los niños para incitar al misterio: Casi en un susurro, que desembocó en una sonrisa que reconocía su ingenio.
Le gustó lo que había dicho y lo acabó repitiendo elevando cada vez más la voz hasta tronarlo como un actor británico sobre el escenario con un público completamente entregado a su destreza escenarial.
El resultado de esa química fraternal son estos versos que Paula declama de memoria y con los ojos brillantes cada vez que tiene la oportunidad de hacerlo. Porque Paula es ella misma poesía y Sofía es la danza que la encarna. Y ambas, de la mano, son mi esperanza de eternidad.

"Sueños imposibles la vida te regalaría.
Flores se quedarán.
Cristales brillantes en el suelo quedarán.
Corazones rotos se quedarán.
Besos y labios se romperán.
El mar se secará en un instante,
pero jamás en mí podrá apagarse la llama de tu amor".

Claramente se evidencia el influjo del poeta sevillano en mi hija, al que lee y relee, una y otra vez, sin cansarse. Sin tener conciencia siquiera de que es uno de los máximos exponentes del Romanticismo hispano. También está prendada de Antonio Machado, pese a que no lo conoce, y cuando recita "Sobre el olivar" casi adivinas que sus ojos perdidos en el horizonte contemplan una blanca lechuza perderse en la noche sobre árboles de tinta negra que clavan sus sarmentosas raíces en la tierra blanca a la pálida y cremosa luz de la Luna.
Una lechuza capturada en pleno vuelo. Imagen cogida de fotonatura.org
A Sofía le va cada vez más el Soul y el Blues, por lo que le dedico este temita que le haría mover la cabeza de forma rítmica y poner ojos de pillina. Es Root Doctor y el tema, "Walking out on you".




Paula se decanta más por la música que genera esta muy ajada Piel de Toro. Así que le voy a entregar a Los Flechazos y su magnífico tema "El Faro".


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