domingo, 4 de mayo de 2025

Nadie, nunca, nada

 

Cíclope dorado en el cielo bastardo y agonizante de Madrid


Hay dos paréntesis claros que enmarcan la vida de todo el mundo: Venimos y nos vamos con absolutamente nada en las manos. De hecho, llegamos desnudos en todos los sentidos y nos marchamos vestidos por mero formalismo social, pero la desnudez de pensamientos parece ser la misma al principio y al final.

Desconozco hasta qué punto somos conscientes de pensar al salir del útero materno. A pesar de haberlo experimentado, no tengo el menor recuerdo de aquello y, por tanto, desconozco personalmente si llegué al mundo (o a esta dimensión) con ideas en la cabeza. Desde luego lo que me pudiera haber traído conmigo lo olvidé por completo en la dimensión -física o temporal- previa. Es más, me pregunto que si somos capaces de soñar flotando en la calidez de la placenta cómo serían esos sueños.

Yo sueño -cuando lo hago- en imágenes, además de sonidos y supuestamente palabras. ¿Se pueden soñar imágenes cuando has estado siempre en la oscuridad? ¿Qué sueña una persona completamente ciega si no es con imágenes retenidas en la memoria? ¿Se puede soñar la abstracción informe? ¿Dormir es lo más cercano que estamos de la muerte en vida?

Ni idea. El caso es que nada físico traemos y nada físico nos llevamos. Pasamos a ser una sombra de los hombres huecos de Eliot, pobres en bienes materiales y en muchísimos casos pobres también en experiencia e intelecto. 

¿Nuestra experiencia individual de ahora nos servirá para pasar a esa tercera dimensión que nos aguarda y disfrutarla o evitar sufrirla? Está claro que la experiencia de la primera dimensión no nos ha servido para nada en la que ahora mismo estamos y que la experiencia como parte de toda una humanidad a la que pertenecemos, tampoco. Nacemos y morimos solos, aunque estemos rodeados de una multitud, incluso en una tragedia o desastre colectivo o en una guerra junto a otros muchos, seguimos yendo a la muerte en solitario. 

No vas de la mano de nadie.

Estoy seguro de que esas parejas trágicas que se quitan la vida de la mano a la vez inician, a velocidad de vértigo, caminos diferentes nada más traspasar el umbral y no se vuelven a ver (si es que tenemos ojos en el otro lado). Quizá lo que nos espera es la Nada, que es la pobreza más absoluta, cuando toda nuestra energía vital deja de transformarse para perderse irremediablemente. 

Pero es extraño ser y dejar de ser de golpe. Del mismo modo que lo es no ser y de repente ser, sin solución de continuidad. Es una ruptura muy brusca. Casi absurda. Especialmente el paso de no ser a ser. ¿Cómo se da? ¿Qué ocurre? Me da que es algo más que plantar una semillita dentro de otro cuerpo tras cuatro estúpidos movimientos de cadera. ¿Puedes no ser en una dimensión y ser en la siguiente? Lo curioso es que todos acabamos siendo en la segunda dimensión a la que denominamos la realidad. 

¡Que brutal casualidad! ¡Qué coincidencia más sideral!

Nada-Todo-Nada; Nada-Todo-Todo; Todo-Todo-Todo; Nada-Nada-Nada; Todo-Nada-Todo; Todo-Nada-Nada. Con todas esas posibilidades acabamos todos y todas aquí, coincidiendo con una dimensión vital bastante similar para el común de los mortales.

Somos todo; somos nada. Pero la nada que es ya es un todo, a no ser que haya una infinita gama de grises entre ambos extremos y entonces sea verdad que sí es válida la experiencia anterior a ésta y será válida para después la experiencia que acumulemos ahora.




Nadie, nunca, nada

Nada tenemos, nada llevamos y con nada combatimos.

Somos el ejército de la Nada.

Marabunta que consume tenaz los nanosegundos

y planetas a su alcance,

dejando un profundo hueco detrás.


Nada poseemos, nada retenemos y para nada vivimos.

Somos los que tienen las manos llenas de nada.

Quienes nada contemplan con cuencas vacías de ojos,

en mentes de alienada melancolía

solitarias en mitad de la lúgubre horda.


Nada compartimos, nada aprendemos y hacia nada caminamos.

Somos pura nada en busca de una identidad perdida.

Simple conciencia de potencial esencia fallida,

incapaces de avanzar hacia el ser relleno

de frambuesa, éter, luz y vida.


Nada pretendemos, nada pensamos y por nada sentimos.

Nada es la nada de muchos

que jamás llegarán a ser nada.

Nada es la inmovilidad de la palabra callada

tullida antes de nacer en la boca,

muerta sin forma en el sonido de la Nada.


Nada amamos, nada pervertimos y sin nada somos.

Somos el ejército de la Nada.

Somos los de las manos vacías.

Somos los que anhelan vivir desde la tumba.

Somos los que no somos rebosantes de nada.


Una llaga dolorosa en el centro del infinito.


Con tanta 'nada' y con tanto 'todo' mi mente memorial -que es como se mueve en el mundo de la música- me ha llevado directamente al grupo mexicano Johnny Jets y su canción 'La Carta'.

Se me hace difícil pensar en un grupo garajero de tantísima calidad en los años 60' de México. De hecho, cuando estuve allí (un par de veces) pregunté a los mexicanos por ellos y nadie me pudo dar razón, no los conocían, por lo que me fue absolutamente imposible traerme algún disco o CD de vuelta.

Se dedicaban a versionear temas castellanizándolos con una enorme gracia y soltura, haciendo que las canciones de otros pasaran a ser prácticamente suyas.

Me los presentó Juan de Pablos a través de su programa radiofónico Flor de Pasión en 1989, cuando aún llevaba mi parka alemana plagada de parches sobre países célticos y acabábamos de aterrizar en Bilbao un grupo de gente procedentes de la gloriosa concentración Mod de Santander.

Pinchó la canción 'Bule Bu', tuve la inmensa suerte de grabarla en cinta de cassette y la escuchaba una y otra vez. Tanto es así, que me llegó a gustar tanto o más que la original de James Brown 'I feel good'. Así que, ¡qué demonios! también la incluyo, ¡ya lo creo que sí! Es un gozadón.






domingo, 23 de febrero de 2025

Un sol negro

Uno se acaba descubriendo a sí mismo en los detalles más nimios, ¿que no?


¿Cuántos años tienen que pasar para que un@ pueda perdonarse a sí mism@ de algo? ¿Depende de la atrocidad del hecho cometido? ¿A eso le llamamos el Infierno en la Tierra? ¿Un Purgatorio donde un@ mism@ es re@, juez(a) y carceler@ al mismo y eterno tiempo? ¿Hasta cuándo la ignorancia permitirá que las cadenas dejen de lacerar muñecas, cuello y tobillos? ¿Hay un momento en que todo sea perdonado? ¿Podemos permitirnos el ridículo lujo de perdonar sin olvidar?

Porque la memoria insiste en recuperar una y otra vez esos momentos, que duelen como heridas abiertas con sal, y no hay forma humana de dar paso al perdón. ¿Cómo puede un@ atreverse a perdonarse si el perdón propio requiere antes del perdón ajeno? Es un tormento persistente que recorre el invisible laberinto oculto en el alma como un torrente fugaz de fuego, dañándolo todo a su paso, consumiendo en cenizas cualquier atisbo de sonrisa, reduciendo a la nada cualquier insinuación de abrazo. ¿Puede la pesada imposibilidad de perdonar hacernos olvidar la comunicación natural con quienes verdaderamente amamos? ¿Cuándo la palabra deja de ser útil? ¿Cuándo nos hacemos mudos al insensible paso del tiempo?

No hace falta que os aterroricen y hagan estremeceros el alma con un sempiterno castigo infernal al cruzar el umbral del invisible velo negro con suaves besos de telaraña en el rostro. 

Al menos, de eso podemos liberarnos, porque nosotros mismos creamos nuestro propio infierno. Es personal, particular, privado, relleno de nuestros propios miedos, y tiene una inmensa y brillante cerradura de oro, cuya llave guardamos en el bolsillo, pero jamás, jamás, jamás nos atrevemos a utilizar. 


¿Senos de mujer? ¿Un carnero? ¿Un demonio?


Un sol negro


De la espuma de mar al rocío

hay un paso que nunca se da.

Del polvo cósmico al vacío

se tienden puentes de luz intangible.


Estratos de escarcha pesada en tu ventana

hacia una tumba de profundas depresiones.


El camino se acaba,

El Sol se oculta

y las largas sombras abrazan mi alma

tan pequeña,

tan llena de miedo,

tan solitaria.


Hay estrellas permanentes en tus ojos.

De ésas que ni están ni volverán a verse.

Hay palabras desnudas de sonido en tus labios

que jamás en la vida volverán a pronunciarse.


De la vida a la muerte

hay un anhelo mutuo por completarse.

Del todo a la nada

basta un gesto;

un simple y delicado beso,

para destrozar el negro Universo.


Jugamos con la vida hasta que se nos rompe por nuestra torpeza y la dejamos abandonada atrás.


'Well, show me the way to the next whiskey bar'. Me parece un verso genial en su simpleza. Cuando se la oigo cantar a Jim Morrison creo adivinar un chispazo de burla en su voz. Como si dijera: "¡Oh, vaya! Es taaaaan fácil escandalizarte...".

El escándalo y su concepto varían según épocas. No creo que hoy en día las ideas del bueno de Jim escandalicen a nadie, pero en su día fue como el Ray Davies americano: Una especie de mosca cojonera en el pastel de las pacíficas y acomodadas clases medias de una Norteamérica dividida por la Guerra de Vietnam y el escándalo Watergate, que acabó desvirgando la inocencia de muchos y muchas. Pero las palabras de Las Puertas, fueran o no mentira, seguían siendo molestas y sus canciones flotaban como un gas tóxico y pernicioso que impedía cerrar los ojos una realidad extremadamente cambiante y vertiginosa para un radical cambio de época.

El escándalo evolucionó a fórmulas mordaces e irreverentes, con palabras y gestos directos, a través del Punk londinense, con el feísmo por bandera para ocultar almas destrozadas por una vida mierdosa y sin sentido. Pero fue tan inmediatamente domesticado por el sistema que de escándalo pasó a ser un simple chiste.

Ahora el escándalo se disfraza de odio, de fanatismo religioso, de extremismos dolientes. O conmigo o contra mí. Cientos de miles de millones de miniguerras civiles devorando el Planeta. Y en mitad de todo, esos pequeños dramas personales brillando como inmutables cuásares en el lejano Universo y perturbando ingenuos el hilo de la Historia

Siempre soñé con un amor de ojos morado-violáceos; el color de la magia natural femenina



Vamos a plasmar aquí 'Alabama Song' de The Doors. Porque me da la gana, me gusta, me divierte y porque me da la sensación intuitiva de que pega con esta entrada. ¡Ea!

Pero también pondremos la versión original en la que se basaron los cuatro de Los Ángeles. Una rara canción escrita por Bertolt Brecht y Kurt Weill, que parece esté compuesta tras haberse zampado unos cuantos ácidos y estaba pensada para la ópera de 1927 llamada Mahagonny-Songspiel. Está cantada por la actriz y cantante austriaca Lotte Lenja, y su peculiar voz le aporta un cierto aire macabro de pesadilla, como de imposible danza diabólica.






Alabama Song (Canción de Alabama)

Well show me the way (Bueno, muéstrame el camino)To the next whiskey bar (hasta la próxima whiskería)Oh don't ask why (¡Oh! No preguntes por qué)Oh don't ask why (¡Oh! No preguntes por qué)

Show me the way (Muéstrame el camino)To the next whiskey bar (hasta la próxima whiskería)Oh don't ask why (¡Oh! No preguntes por qué)Oh don't ask why (¡Oh! No preguntes por qué)
For if we don't find (Por si no encontramos)The next whiskey bar (la próxima whiskería)I tell you we must die (te digo que debemos morir)I tell you we must die (te digo que debemos morir)I tell you, I tell you (te digo, te digo)I tell you we must die (te digo que debemos morir)
Oh moon of Alabama (¡Oh! Luna de Alabama)We now must say goodbye (Sabemos que tenemos que decir adiós)
We've lost our good old Mama (Hemos perdido a nuestra buena y vieja mamá)
And must have whiskey (y necesitamos whiskey)Oh, you know why (¡Oh! Tú sabes por qué)
Oh, moon of Alabama (¡Oh! Luna de Alabama)We now must say goodbye (Sabemos que tenemos que decir adiós)We've lost our good old Mama (Hemos perdido a nuestra buena y vieja mamá)And must have whiskey (y necesitamos whiskey)Oh, you know why (¡Oh! Tú sabes por qué)

miércoles, 19 de febrero de 2025

Octubre en Europa

Estatua de Viriato en Guijo de Santa Bárbara cogida de Extremaduracasina

A veces me sorprendo pensando auténticas idioteces que no vienen a cuento. Una de esas ideas que me asaltan como moscas cojoneras es que el falso mito del mundo celta es puramente e intensamente europeo. 

Todas esas historias de bruma agónica; de magia natural en manos de druidas y bardos; de indómita libertad frente a la imposición de un gigante; de peligrosas diosas ligadas al cielo, al mar y a la tierra; de dioses guerreros que admiran el valor y el sacrificio por sobre todas las cosas; de hadas cambiantes y caprichosas que aman y odian a la humanidad; de destinos inevitables; de tesoros ocultos bajo enormes piedras que miran al espacio; de soles y lunas amándose ante los ojos de las estrellas; de naves que surcan ligeras las aguas o flotan sobre vientos indomables; de miradas siempre destinadas al horizonte; de almas melancólicas; de abrumadoras tormentas, lluvias densas y oleajes temibles en espumosos mares embravecidos; de cielos plomizos y grises y vientos que cantan y gritan nombres perpetuos de héroes y heroínas de un pasado extenso que se asoma a la Historia con profundas arrugas en el rostro; de hidromiel, cerveza amarga y vino oscuro; de helechos, robles y de inmensos mantos imperiales de hierba sobre una tierra de secretos insondables...

Símbolos celtas en piedra cogida de Amoresceltas.com


Todo eso y mucho más es del mundo Indoeuropeo. Del viejo, viejo, viejo y ajado continente plagado de pueblos diferentes con una cultura que parece común. 

Desde las heladas tierras celtíberas de Iberia-Hispania y Lusitania, hasta la fértil Galia, pasando por la Italia septentrional a la sombras de Las Dolomitas; sin olvidarse de Bélgica y la tierra de los gálatas en Anatolia; hasta allende los mares en las islas de Britania, Alba-Caledonia, Cymru, Mannin y Éire

Gálata o galo moribundo en el Museo Capitolino de Roma


Con nombres reales o míticos destacados como Viriato, Istolacio, Tangino, Indortes, Indíbil y Mandonio, CúchulainnVercingetórix, Brenno, BreogánLucterio, CaucenoCarataco, Cunobelino, Togodumno, Cartimandua, CaisaroCalgaco, Kenneth MacAlpinMíl, VortigernConn, Arturo, Boudica, Púnico ApimanoNuada...

Estatua de Boudica en Londres, cogida de worldhistory.org


Cultura celta europea. Mundo Antiguo que a día de hoy asombra y sigue apasionando, pero que sigue siendo nuestra. Nuestra y de nadie más. Octubre en Europa.



Me desvanezco en la niebla fría del olvido permanente,

y allí dentro me encojo con las manos marchitas

protegiendo una inmensa bellota de piedra.

Mi nombre se desgaja como arena blanca de playa

y se arranca con violencia de una mente indolora y pesada.


Brota sangre de una nariz en pendiente.


Jamás me había sentido más solo;

más vacío de alma y vida.


El maná de rojo vibrante marca los surcos de la piel hendida y seca.

Escarcha en la garganta y en lo más profundo del cuerpo.

Oculto en la noche perenne de zumbantes neones hipnóticos

retraso lo inevitable con una lastimera lágrima de sal

en tu mortecinos labios de princesa muerta.


Y entonces me hago niebla sobre océanos oscuros.


Un roble de oro recoge en sus ramas de infinita distancia

los restos de una lluvia que llega lenta desde el pasado.

Y entre las ruinas de cientos de naufragios profundos

las gotas como perlas de un transparente tesoro

lavan las impurezas de un estridente silencio obsceno.


Sangre, llanto, lluvia y escarcha.

Y ese frío intenso que me acompaña como un hermano a la tumba.


Para esta entrada lo más lógico es incluir música falsamente denominada celta que, no obstante, me encanta (literalmente, porque me deja embobado). He optado por la canción 'Matalalluna' de los asturianos Llan de Cubel; el tema 'La Dixebra', de los también asturianos Beleño, 'Foliada de Berducido', de los gallegos Milladoiro y 'O son do ar' de los gallegos Luar Na Lubre. A ver qué os parece.




 




viernes, 27 de diciembre de 2024

Siempre al alcance de la mano (pero inalcanzable)

Luna amiga en noche contenida

 

Esto está dedicado a quienes sienten que tienen todo al alcance de la mano, pero indefectiblemente, siempre se les escapa. Es esa miel en los labios sin pasar nunca a la lengua, por torpeza, miedo, mala suerte o incapacidad. El último paso que no se llega a dar nunca por temor de que al conseguirlo deje de interesarnos. La constante potencia sin llegar a ser acto, para limpiar las culpas que no llegan a ser jamás.

¡Qué lástima!

De todos modos, yo tengo la excusa de que quien escribe no soy yo, sino ese diablo que me posee por un instante para plasmar sobre el papel (o en la pantalla de un ordenador o un móvil) lo que él (y no yo) siente y lo que él (o ella, y no yo) crea, dibujando con palabras sobre un eterno lienzo descolorido historias, deseos, confabulaciones y exorcismos, que nunca son nuevas y siempre se repiten, ocultas bajo el disfraz de la diversidad.

Dice así:


Caminos sobre el agua

Sendas de plata a la luz del ocaso

y un fuego en mitad de la sierra,

lejos,

luz y calor para manos ateridas y almas tristes.


Un espejo fiel de cielo y tierra

en una inmensa tabla quieta de agua

con brillos de amargo silencio

porque están lejos.


Y el horizonte se tiñe de leve esperanza,

lejos,

antes de que la húmeda ombría de la noche

lo engulla ávida y hambrienta

con labios sin dientes.


Y abarco más de lo que retengo

como un buen trago largo

que apura lentos licores en vasos de barro

porque están lejos

muy

           muy

                       lejos.


Para esta entrada he pensado en la canción 'Private hell', de The Jam. Es como el gin-tonic, que entra tan bien que casi ni te enteras, pero tiene un toque amargo por la temática que toca. En cierto modo, me recuerda a un tema de Rosa León titulado 'Palabras para Julia', a partir de un hermoso poema del barcelonés José Agustín Goytisolo, en el sentido de que las personas mayores siguen en el camino todavía aprendiendo, todavía amando, todavía sufriendo pérdidas y sonriendo ante las buenas nuevas y las novedades, todavía llorando dramas o alegrías.

Que dice como sigue:

Tú no puedes volver atrás
porque la vida ya te empuja
como un aullido interminable.

Hija mía es mejor vivir
con la alegría de los hombres
que llorar ante el muro ciego.

Te sentirás acorralada
te sentirás perdida o sola
tal vez querrás no haber nacido.

Yo sé muy bien que te dirán
que la vida no tiene objeto
que es un asunto desgraciado.

Entonces siempre acuérdate
de lo que un día yo escribí
pensando en ti como ahora pienso.

La vida es bella, ya verás
como a pesar de los pesares
tendrás amigos, tendrás amor.

Un hombre solo, una mujer
así tomados, de uno en uno
son como polvo, no son nada.

Pero yo cuando te hablo a ti
cuando te escribo estas palabras
pienso también en otra gente.

Tu destino está en los demás
tu futuro es tu propia vida
tu dignidad es la de todos.

Otros esperan que resistas
que les ayude tu alegría
tu canción entre sus canciones.

Entonces siempre acuérdate
de lo que un día yo escribí
pensando en ti
como ahora pienso.

Nunca te entregues ni te apartes
junto al camino, nunca digas
no puedo más y aquí me quedo.

La vida es bella, tú verás
como a pesar de los pesares
tendrás amor, tendrás amigos.

Por lo demás no hay elección
y este mundo tal como es
será todo tu patrimonio.

Perdóname no sé decirte
nada más pero tú comprende
que yo aún estoy en el camino.

Y siempre siempre acuérdate
de lo que un día yo escribí
pensando en ti como ahora pienso.



Private Hell (Infierno privado)Inferno privado)

Closer than close (Más cerca que cerca)
You see yourself (te ves a ti mismo)A mirrored image (una imagen reflejada)Of what you wanted to be (de lo que querías ser)
As each day goes by (Cada día que pasa)A little more (un poco más)You can't remember (no puedes recordar)What it was you wanted, anyway (qué era lo que querías, en cualquier caso)
The fingers feel the lines (Los dedos notan las arrugas)They prod the space (se meten en sus huecos)Your ageing face (tu envejecida cara)The face that once was so beautiful (la cara que antaño fue tan bella)Is still there, but unrecognisable (aún está ahí, pero irreconocible)Private Hell (inferno privado)Private Hell (inferno privado)
The man that you once loved (El hombre que amaste una vez)Is bald and fat (está calvo y gordo)And seldom in (y rara vez en el)Working late as usual (trabajo, tarde oomo es habitual)
Your interest has waned (Tu interés ha disminuido)You feel the strain (sientes la tensión)The bed springs snap (saltan los resortes de la cama)On the occasions he lies upon you (cuando él se eche sobre ti)Close your eyes and think of nothing but (cierra los ojos y no pienses más que en el) Private Hell (inferno privado)Private Hell (inferno privado)
Think of Emma (Piensa en Emma)Wonder what she's doing (me pregunto qué estará haciendo)Her husband, Terry (su marido, Terry)And your grandchildren (y tus nietos)Think of Edward (Piensa en Edward)Still at college (que todavía está en la universidad)You send him letters (le envías cartas)Which he doesn't acknowledge (que no responde)'Cause he don't care (porque le da igual)They don't care (les da igual)'Cause they're all going through their own (porque todos están pasando por su propio)Private Hell (inferno privado)Private Hell (inferno privado)
The morning slips away (La mañana se pierde)In a Valium haze (en una neblina de Valium)And catalogues (y catálogos)And numerous cups of coffee (y numerosas tazas de café)
In the afternoon (Por la tarde)The weekly food (la comida semanal)Is put in bags (se coloca en bolsas)As you float off down the High Street (mientras flotas por la calle mayor)
The shop windows reflect (El reflejo de los escaparates)Play a nameless host (interpreta el papel de anfitrión desconocido)To a closet ghost (para un fantasma del ropero)A picture of your fantasy (una imagen de tu fantasía)A victim of your misery and (una víctima de tu miseria y tu)Private Hell (inferno privado)Private Hell (inferno privado)
Think of Emma (Piensa en Emma)Wonder what she's doing (me pregunto qué estará haciendo)Her husband, Terry (su marido, Terry)And your grandchildren (y tus nietos)Think of Edward (Piensa en Edward)Still at college (que todavía está en la universidad)You send him letters (le envías cartas)Which he doesn't acknowledge (que no responde)'Cause he don't care (porque le da igual)They don't care (les da igual)'Cause they're all going through their own (porque todos están pasando por su propio)Private Hell (inferno privado)Private Hell (inferno privado)
Alone at 6 o'clock (Sola a las seis en punto)You drop a cup (se te cae una taza)You see it smash (la ves estrellarse)Inside you crack (te rompes por dentro)You can't go on (no puedes más)But you sweep it up (pero la barres)
Safe at last inside your (A salvo finalmente dentro de tu) Private Hell (inferno privado)Sanity at last inside your (cordura por fin dentro de tu)Private Hell (inferno privado)Sanity at last inside your (cordura por fin dentro de tu)Private Hell (inferno privado)
Private Hell (inferno privado)Private Hell (inferno privado)Private Hell (inferno privado)Private Hell (inferno privado)Private Hell (inferno privado)Private Hell (inferno privado)Private Hell (inferno privado)Private Hell (inferno privado)Private Hell (inferno privado)Private Hell (inferno privado)

domingo, 8 de diciembre de 2024

La nana del desencanto

Hermoso ejemplar de musgado árbol otoñal que mira al melancólico Norte con falsos ojos de primavera

Érase una vez un niño que se perdió en el bosque próximo a su aldea. Era un lugar sombrío, plagado de robles milenarios en cuyo interior corrían laberintos de serrín, sabiduría y terror a partes iguales, y anidaban búhos, lechuzas y mochuelos que cazaban de noche, a la luz de unas estrellas tan lejanas como frías, en silencio, con alas de diamante y silencio letal, la sombra de fantasmas y engendros ligados a la tierra podrida.

Evidentemente, el niño sabía que NO debía ir bajo la arboleda y mucho menos alejarse hasta perder de vista la seguridad de las casas y sus cálidas humaredas de tierno hogar. Pero más se lo advertían más se arraigaba en su alma la semilla de la rebeldía y un día estalló de curiosidad.

Se plantó en la orilla de la umbrosa muralla leñosa y por un resquicio entre troncos se coló en la zona prohibida.

Lo primero que notó fue el silencio de algodón en sus oídos y, maravilla de maravillas, la innecesidad de respirar nunca más. Como los peces bajo el agua, su garganta se cerró adaptándose a una atmósfera sin oxígeno ni olores, y no sintió angustia en el proceso. Tampoco necesitó de sus ojos por la ausencia de luz y las pupilas se velaron sin dolor con un velo níveo de primorosa hermosura. Su piel se tornó verdosa y gris, insensible a los roces de ramas y zarzas que no lograron lacerarla.

En su interior la sangre dejó de fluir y un inmóvil fluido morado inundó sus venas como savia de helecho.

No era la muerte, pero tampoco estaba vivo y así vagó por el bosque primigenio con una ligera sensación de alivio en el hueco que dejó su alma en lo que creía era su pecho y cabeza unidos por millones de sutiles hilos plateados de esencia humana.

El niño muerto en vida pasó sus primeros años de transición hacia su nueva vida vagando por caminos invisibles tropezando de cuando en cuando con otros como él, sin cruzarse miradas, saludos o palabras, porque no importaban. También llegó a ver vivos que desprendían un agradable olor dulce que embriagaba sus no sentidos y despertaba algo parecido a la sensación de hambre. Pero ellos le importaban aún menos que los que eran como él, y, además, estaban fuera de su alcance más allá de la muralla de árboles entrelazados.

Una vez, cuando creyó que habían pasado siglos desde su bendita desobediencia, llegó a un inmenso claro bajo una bóveda celestial infestada de luces que le guiñaban su nombre largamente olvidado e intentó sonreír. Allí se permitió el lujo de abandonar su rumbo errante y tumbarse en la negra hierba de lo que estaba seguro que era una noche eterna, siempre con una luna llena cambiante de color a capricho, que le bañó por completo el cuerpo desnudo y liso.

Y entonces comenzó el cambio: Donde antes había pelo ahora eran plumas perfectas, sus ojos se agudizaron y descubrieron detalles y secretos hasta entonces ocultos a sus abotargados no sentidos. Sus brazos se transformaron en alas de poder y fuerza inimaginables. Sus pies pasaron a ser temibles armas afiladas como cuchillas y donde antes había una boca y una nariz, un pico acerado bostezaba su sorpresa ante el cambio.

Esta vez el hambre era real y buscó presas a las que dar caza.

El bosque guardaba en su más recóndito interior, casi en secuelas dimensionales a ras del suelo, infinitos claros donde otras tantas antaño personas experimentaban sus particulares metamorfosis. Y mientras que unos adquirían la forma temible de sombras fantasmales retorcidas como olivos viejos de siglos, otras iniciaban el vuelo cazando a los anteriores.

El antes niño sonrió feliz por dentro mientras se lanzaba sobre su primera víctima, que apestaba a un miedo reconocible, al tiempo que en su interior sabía que así iban a ser las cosas por los siglos de los siglos y más allá incluso del tiempo finito.


Aviso ubicado en una de las paredes del actual geriátrico de la Fundación Doña Fausta Elorz habilitado en la antigua cárcel masculina de la calle Torrijos, donde los golpistas dejaron que se pudriera Miguel Hernández

La nana del desencanto.

La nana del desengaño.

La nana del fraude,

pero no de la mentira.


¿Qué duele más, la palabra de barro

en una boca sin dientes y lengua de brea,

aunque sincera,

o lisonjas y amores disipados por la tormenta

de transparencia intangible y lechosos sueños de niebla

que mueren cada mañana al romper el alba?


La nana de la furia.

La nana de la soledad callada.

La nana de la ira sin fuerza.

Las canciones se marchitan en el tiempo del olvido.

Las flores son belleza efímera

que languidece con la escarcha de las horas.


No hay cielo sobre mi cabeza.

No hay suelo a mis pies.


Una espiral estriada que secuestra las risas y sonrisas

perdidas en un laberinto de ácidas luces irisadas.

Secretos ocultos en el corazón de cada hombre

que brotan amargos cuando son insoportables

y marcan el sello de la igualdad a fuego

sobre el espejismo vanidoso de la extraordinaria singularidad.

Todos diferentes en la unidad;

todos unidos en la especial esencia que nos distingue.


La nana de la solitaria palabra.

La nana de nombre impronunciable.

La nana del vacío que me arrastra

y devora por dentro;

el vacío que soy y que llena mi alma.


La nana de la muerte en vida.

La nana de la insensible existencia.

La nana que pulveriza el hielo

para que el lenguaje musical y primigenio

te envuelva en el último viaje hacia la nada.


La nana de la paz sencilla.

La nana del descanso sin miedo.

La nana de las manos leves sobre el pecho,

los ojos cerrados y la ausencia de aliento. 


He de reconocer que me gusta mucho Kortatu. No hacen música elegante, pero sí bailable y divertida, de la que te llega como una flecha directa al interior. O te encanta o la odias, como si no hubiera término medio ni fronteras sentimentales. Así de radical. 

Hoy en día en esta Piel de Toro de enormes diferencias lo hubieran tenido crudo para darse a conocer, especialmente por sus tendencias políticas, pero tuvieron la imensa suerte de nacer en una época de efervescencia mental y creativa, un país quizá más libre del que se intuye ahora, y nos pudieron traer el Ska visto bajo su particular tamiz 'punkarra' con temas como 'El último Ska', 'Sarri Sarri', 'Jimmi Jazz' y su estupendo y genial 'Don Vito y la revuelta en el frenopático', que es la que plasmo a continuación, junto a 'Egunero', de Hertainak, que igualmente me vuelve loco. 

Me enamoré de ellas la primera vez que las escuché en 'Los 33 de Radio 3' (¿o eran ya 'Los 333' o 'Los 3.333'...?).

PD. Ambas canciones forman parte de un recopilatorio que he abierto en Spotify titulado Piezas (de Hubi) y que desde aquí invito a todos y todas que lo conzcan y lo disfruten. Ese recopilatorio hace refrencia a todo lo que me fue llamando durante mis múltiples y diferentes épocas musicales. 

Hay un poco de todo y todas las canciones me tocan, de un modo u otro, el alma o han sido importantes para sostenerme, reivindicarme o posicionarme en una sociedad y una vida que no suelen ser ni amistosos ni un puto camino de rosas. 

Muy  muy, muy recomendable escuchar la lista en formato aleatorio (sorprende más).