jueves, 4 de abril de 2013

Esa lluvia gris que apaga la luz

Los que vivimos en el Sur lo notamos más. Pero mucho más. Llueve en más cantidad, con una periodicidad menor que antes y con una intensidad mayor, hasta el punto de que ninguna de las administraciones que se han hecho cargo de la gestión de los pantanos andaluces (la -gracias al Gran Modernista- ya extinta Agencia Andaluza del Agua, dependiente de la Junta de Andalucía, y las Confederaciones, que en mi caso concreto es la del Guadalquivir) han sido capaces de prevenir a tiempo riadas (lamentables las ocurridas en el invierno de 2010 y con un grave riesgo latente todo el rato durante la primavera de 2013) con las crecidas de nuestro gran río loco, salvaje y desbordado.
¿Y por qué llueve tanto y de esta manera ahora? Calculan que el mar está subiendo tres milímetros anuales con los polos derritiéndose a marchas forzadas, y que para el año 2050 (mediados de siglo, ¡vaya! Cuando yo ya esté manteniendo mi reluciente sonrisa de forma permanente) las aguas oceánicas ascenderán entre seis y siete metros (leed esto: http://wehaveitdowntoascience.blogspot.com.es/2012/04/los-polos-se-derriten-cuales-seran-las.html), ¿y qué ocurrirá con ciudades como Málaga, San Sebastián, Venecia, Dublín o Barcelona? ¡Tantos buenos momentos vividos y guardados en los más recóndito de la memoria colectiva permanecerán bajo las olas y ocultos entre ruidosas y frías burbujas, y puede que por los vacíos pasillos del Palazzo Giusti, por entre los coloridos bancos de la Glorieta del Fiestero, por las señoriales alcobas del Palacio Goikoa, por sobre el gris asfalto de la Ronda del Litoral o entre las sólidas columnas de los soportales del Custom House naden con pereza los grandes tiburones blancos para admirar asombrados una belleza húmeda y ya perdida del todo para los hombres.
Saetas del mar rasgando en silencio la noche del abismo.
¿Y de verdad alguien cree que semejante masa de agua liberada no termina también en la atmósfera para acabar cayendo en forma de lluvia casi constante? Llueve más, sencillamente porque hay más que llover y el ciclo del agua aumenta de volumen.
Desconozco si ese extraño equilibrio es posible entre el mar y el aire, pero quizá eso evite que la Piel de Toro se acabe transformando en un desierto y, por el contrario, vuelva a ser una jungla donde proliferen los cocodrilos.

La canción que pega es "Rain" de los Beatles, ¿Qué no?




Y todo un clásico para ahogarnos en melancolía: "Rhythm of the falling rain", de The Cascades. Brumosamente buena.


Para empaparse con un buen vaso de absenta, nada mejor que "Riders on the storm", de los Doors.




¿Seguís secos? Pues tomad nota, después de esto vais a necesitar una toalla. Gene Kelly y su "Singin' in the rain", de 1952.




Para cerrar una serie que te hará gotear la nariz y estornudar de placer, Bob Marley y su "Falling In The Rain (Easy Skankin')"



Está bien, reconozco que no puedo evitarlo. Aquí la versión de "Rain" de The Jam.


Y dos más Lonnie Johnson con "Falling Rain Blues".




y Los Lobos con su "Wicked Rain". No ta mal.


Y ahora, de verdad, el último: Selecter "Heavy Rain".

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