"Union-Op-Jack-Art-Flag". Ahí queda eso... |
Aprovechaba la menor ocasión para dibujarla, pintarla, llevarla cosida o prendida en mi parka (incluso en el interior de la capucha) o en cualquier pin con mis grupos favoritos. Me daba igual que los ultras de derecha cacereños no entendieran ese patriotismo ajeno. Por aquel entonces, en aquella coqueta ciudad provinciana nadie tenía derecho a intentar sobresalir del gris plano y directo que llenaba sus calles a base de brochazos coloridos bien fuera en calcetines (rojos, amarillos, blancos...), música o actitud. Pero al cabo de unos meses, esa anciana ciudad que tan buenos momentos de juventud me dio acabó acostumbrándose a reconocer "lo británico" en su seno (a base de pintadas con la banderita o con el símbolo de la RAF); lo asumió y cesó en su inútil y ridículo escándalo. Aceptó a ese pequeño puñado de hijos suyos no tan descarriados que la acabó sacando de su adormecido ensimismamiento, llevándola de la mano con suavidad hacia una nueva era, en la que ahora parece haberse afincado.
Por eso, este dibujo, que se llama "Union-Op-Jack-Art-Flag", se lo dedico con cariño cierto y sincero a Cáceres. La que me vio nacer, dar los primeros pasos, titubear y aferrarme a la vida. Y modeló, también, un carácter del que no he sabido desprenderme aún, como si fuera una costra enfermiza, pero que, muy en el fondo (allí lejos, detrás de la arteria Aorta), no deja de gustarme.
El dibujo está elaborado con rotulador y bolígrafo negro y creo que estaría en Segundo o Tercero de Periodismo en la Universidad de Navarra cuando vio la luz. Evidentemente, este escaneo es de una copia en la que, como se puede ver, no se ocultan los múltiples y variados defectos de la obra, porque el original está en manos de Begoña Olabarrieta, a la que se lo regalé en su día cuando ambos éramos fieros redactores del diario madrileño Ya.
Es curioso comprobar cómo el paso del tiempo deja siempre huella (o mella, depende). Y si en mi adolescencia más postrera fui un incomprendido filobritánico, hoy soy igualmente incomprendido entre quienes me oyen hablar de los ingleses, pero la verdad es que no muestro mucho cariño hacia la pérfida Albión. Me persiguen las remembranzas de persecuciones (valga la redundancia) por parte de salvajes británicos rapados, con tupé o con pelos de punta contra jóvenes turistas que acudían a Plymouth (localidad del sur de Inglaterra, donde adoran como si fuera un héroe a un sanguinario pirata al que han dedicado una estatua) aprender el idioma de Shakespeare (por el que siento una profundísima admiración, que conste), y la convivencia con una familia de esa localidad marina que me alimentó a base de sandwiches (perdí siete kilos). Y eso me ha convertido en un acérrimo contrario a la cultura endogámica de una isla que se recrea voluntariamente en su aislamiento del resto del mundo, pero a la que siempre estaré agradecido por ser cuna del Mod-ernismo.
Twiggy, la hiperfamosa modelo de los 60' y musa del Mod-ernismo, posa con su muy británico traje. |
The Jam no pudieron, o no quisieron, abstraerse de la moda impuesta por sus antecesores, The Who. |
Tampoco Ray Davies, carismático líder de los fantástico Kinks, se libró de ello. |
Pero el muy primerísimo primer face original que dio el paso fue Pete Townshend. |
Portada de uno de mis primeros discos como coleccionista. The kids are Alright. |
Joven Mod-ernista (con un parecido curioso con Ian Page, de los Secret Affair) atrapado por la estética britaniquista. |
La Scooter (ya sea en dibujo o en la realidad) es muy apta para decorarla con la bandera tricolor. |
Y hasta en las parkas se puede ver hoy en día... |
The kids are alright, de The Who, se me antoja como un tema muy adecuado para la ocasión (no hay más que verle la camisa a Keith Moon para entenderlo).
The Kids are alright (Los chicos están bien)
I don't mind other guys dancing with my girl (No me importa que otros chicos bailen con mi chica)
That's fine, I know them all pretty well (Eso está bien, los conozco a todos muy bien)
But I know sometimes I must get out in the light (Pero sé que a veces debo quedarme fuera en la luz)
Better leave her behind with the kids, they're alright (mejor dejarla atrás con los chicos, ellos están bien)
The kids are alright (Los chicos están bien)
Sometimes, I feel I gotta get away (A veces, siento como si tuviera que acercarme)
Bells chime, I know I gotta get away (Repique de campanas, sé que tengo que acercarme)
And I know if I don't, I'll go out of my mind (Y sé que si no lo hago, voy a perderme)
Better leave her behind with the kids, they're alright (Mejor la dejo atrás con los chicos, ellos están bien)
The kids are alright (Los chicos están bien)
I know if I go things would be a lot better for her (Sé que si me voy las cosas le irán mucho mejor a ella)
I had things planned, but her folks wouldn't let her (Tengo cosas planeadas, pero sus colegas no la van a dejar)
I don't mind other guys dancing with my girl (No me importa que otros chicos bailen con mi chica)
That's fine, I know them all pretty well (Eso está bien, los conozco a todos muy bien)
But I know sometimes I must get out in the light (Pero sé que a veces debo quedarme fuera en la luz)
Better leave her behind with the kids, they're alright (mejor dejarla atrás con los chicos, ellos están bien)
The kids are alright (Los chicos están bien)
Sometimes, I feel I gotta get away (A veces, siento como si tuviera que acercarme)
Bells chime, I know I gotta get away (Repique de campanas, sé que tengo que acercarme)
And I know if I don't, I'll go out of my mind (Y sé que si no lo hago, voy a perderme)
Better leave her behind with the kids, they're alright (Mejor la dejo atrás con los chicos, ellos están bien)
The kids are alright (Los chicos están bien).
Aquí pega perfectamente bien el temazo del Revival "This is London", del incomprendido grupo The Times. A la vuelta de Navidad sus la traduzco, ¿va?
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