Gusano sin escamas que repta por las mañanas en busca de un tesoro que no existe. Cogido de |
La tenue visión de la oruga
que devora sin prisas la leve verruga
crecida entre ceja y ceja,
sabiduría tenaz de la vieja,
para esperar paciente la guadaña
que es el deceso de esta España
carente de esa alma gozosa sin mente
volando veloz a la tumba vacía y silente.
Por el rabillo oscuro del ojo,
ése que jamás, por miedo, escojo,
se desliza un esbozo roto de vida
que a la deriva navega perdida
por un mar azaroso de densa Historia
vulnerable al dolor de la gris escoria
y la vana envidia desgranada
en pesarosas sombras livianas que son de la Nada.
Retazos que son de una muerte segura,
como esa coralina sierpe de agua limpia y pura,
que mana por el corazón lechoso de la roja luna
y con el mar se mece en dulce cuna
para que el gusano vespertino siga su lento curso
horadando la blanda tierra de la carne en decurso
hacia la fantasmal y fragante existencia
de todo lo que no es religión ni ciencia.
Más allá de esa piel transparente
que esconde el seno de una desnuda serpiente,
el polvo recorre sin caminos el espacio
plagado de infinitos muertos que hablan despacio
sobre fatalidades sin nombre,
capaces de robar la esencia del Hombre
y esconderse después innobles en la amarga ranura
por la que tan sólo un grito de dolor se apura.
Enterrar el tiempo es empresa vana para los que carecen de él. Cogido de |
Cuando uno se cree especial piensa que fallecer es una vulgaridad que únicamente acontece a los "otros". Mientras vuelvo a la realidad, lo suyo es recrearse con el "Grow your own" ("Fórmate a ti mismo") de los divinos Small Faces.
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